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lunes, 26 de octubre de 2015

EL VOTO CLASISTA NO DEFINIÓ LA ELECCIÓN

 SEGUNDA VUELTA CON ENVIÓN PARA MACRI.- Predecir el resultado electoral es una tarea arriesgada, casi propia de adivinos.- De allí los rotundos papelones que muchas veces sufrieron las encuestadoras, cuando se contrastaban sus trabajos con la realidad de los resultados.-
                               Siendo las una de la madrugada, me hago ésta pregunta: ¿Quién auguró que Macri sacaría tantos o más votos que Scioli, o que Vidal le ganaría a Aníbal Fernandez en la Provincia de Buenos Aires?
                               Cómo carezco absolutamente de dotes de adivino, nunca me animé a pronosticar resultados electorales.- Sin embargo, cuestión distinta es entrever las disyuntivas principales que presentaba cada elección, en cada caso únicas e irrepetibles, para de allí obtener los elementos principales que la decidirían.-
                               No resulta posible explicar esta elección a partir de los partidos políticos.- Hace mucho tiempo que en la Argentina, especialmente en el siglo XXI, los partidos políticos perdieron capacidad de intermediación con la sociedad.- Tanto en los comicios como en  los conflictos, el protagonismo es de los ciudadanos, y la dirigencia política tradicional camina a la cola de los acontecimientos.-
                               En ese marco, el régimen que se instaló hace más de una década en el gobierno de la Nación, marcó la tendencia de los comportamientos sociales: el de la confrontación, el de la lógica adversarial.- Obviamente, esa misma lógica se trasladó periódicamente a los comicios desde 2005.-
                               En 2015, con casi un cambio de época, las elecciones presidenciales representaban, no la competencia entre las propuestas o candidatos partidarios, sino la tensión principal asentada en el seno social: la puja entre  la seguridad alimentaria por un lado y la libertad política o ciudadana por el otro, cada una de ellas protagonizadas por actores distintos de la sociedad.- El resto de los componentes, resultarían complementarios, aunque probablemente decisivos en el ajuste de los números,  de la centralidad de la opción primaria.-
                               Estoy hablando que el combate principal, fue llevado adelante por dos voluntades o pretensiones absolutamente diferentes, aunque no necesariamente contrapuestas, cuales son: el “voto alimentario” en un rincón y el “voto libertario” en el otro, sin que la nominación tenga características peyorativas.-

domingo, 25 de octubre de 2015

LA PASIÓN DEL HINCHA O LA RAZÓN DEL CIUDADANO

VOTANTE NÓMADE Y LA BOROCOTIZACION DE LA POLÍTICA.- Un legendario relator deportivo, repetía que “el fútbol es pasión de multitudes”, y razón no le faltaba.- El hincha futbolero soporta todo, el frío, el calor,  incomodidades, las esperas y tantas cosas, con tal de ver a su equipo favorito.- No me refiero al barrabrava violento e interesado, sino al hincha que banca a su camiseta en las buenas y en las malas, en el campeonato y en el descenso, siempre.- No conozco a un verdadero hincha que cambiaría de bando porque no ganaba su cuadro favorito.-
                 Es que la pasión, como el amor, es una emoción intensa, un sentimiento, lo que se ama no necesita de razones, no se puede explicar, el corazón no sabe de “porqués” ni de resultados.- Y, para mejor, la pasión futbolera es perdurable, incondicional, intensa, innegociable, provoca un fenómeno que difícilmente se de en otros ámbitos: es democrática y justiciera, porque iguala jerarquías y elimina clases sociales, aunque más no sea por noventa minutos.-
                 La nobleza de la pasión nos exige diferenciarla del capricho, el arrebato, el impulso, la adicción.- Esta distinción tiene tanta importancia como la que se establece psicoanalíticamente entre el deseo y su mala caricatura: las ganas.-
                 La pregunta es: ¿la pasión del hincha de un equipo es equivalente a la del ciudadano por su partido político? ¿Juegan en la política los sentimientos y las camisetas, las banderas y las divisas?

domingo, 18 de octubre de 2015

VOTEMOS POR MÁS Y MEJOR DEMOCRACIA

NO ENTREGUEMOS NUESTRA LIBERTAD.- El filósofo italiano Carlos Galli, en su libro “El malestar de la democracia”, analiza la existencia de una desazón hacia la democracia.- Por un lado, en el plano subjetivo, del sujeto considerado como “ciudadano”, que se manifiesta como “desafecto”, una indiferencia cotidiana hacia la misma, una aceptación pasiva y acrítica, una mirada resignada.- Por el otro, en el marco objetivo, que nace de la comprobada inadecuación de la propia democracia, de sus instituciones, para mantener sus propias promesas, estar a la altura de sus fines.-
                               Ello ha llevado al sociólogo alemán Ulrich Beck, a considerar que “la democracia es la religión del pasado. Continuamos practicándola el domingo y en Navidad bajo el árbol de la urna electoral. Pero ya pocos creen en ella. Es el dios muerto de la modernidad temprana, que todavía sobrevive. El cosmopolitismo secularizado conserva una fe ya débil en los santos sacramentos de la democracia”
                               Es que la democracia, que tuviera sus orígenes en la Grecia ateniense, comenzara su desarrollo teórico y filosófico luego del Renacimiento, adquiriera chapa mayoritaria en la segunda parte del siglo XIX y primera del XX, tiene hoy un decantamiento de orden global,  que confiere espacio conceptual para analizarla en perspectiva en su evidente decadencia.-
                               En la Argentina, la nueva democracia va a cumplir 32 años de vida, ya ha transcurrido suficiente tiempo en mayoría de edad, y tenemos sucesos y vivencias experimentadas, para comprobarla en la metodología de prueba y error.- Sabemos hasta dónde ha otorgado los resultados que esperábamos, conocemos sus virtudes, pero fundamentalmente conocemos sus carencias, carencias que son las propias de nosotros mismos, los “ciudadanos”, y que son también, y fundamentalmente, de los “operadores” del sistema, la elite gobernante, aquélla integrada por lo que comúnmente llamamos la “clase política”.-
                               Siguiéndolo a Galli, en nuestro país podemos afirmar también que existe un “malestar” de la democracia, hay mucho que computar en el haber, pero también se engrosa la lista del debe, aquello que la democracia no supo darnos, o más propiamente aquello que nosotros mismos no supimos darle a ella, para hacerla mejor, más eficaz, y más valiosa.- En definitiva, somos los hombres los que enriquecemos o envilecemos los sistemas.-

domingo, 11 de octubre de 2015

IRSE O EL DOLOR DE YA NO SER

TRANCE PSICOLÓGICO, BAJARSE DEL PODER.- Cuando hablamos de democracia, un lugar común  suele ser adjetivarla cómo el “sistema menos malo” para gobernar.- En realidad, una concepción más amplia nos la muestra, además, cómo una manera de vivir, de relacionarnos, de disentir y acordar, de diferenciarnos y zanjar las diferencias, de poder convivir en la diversidad, de pensar sin unanimismos, de poder expresarnos, y, obviamente, de elegir nuestros representantes.-
                               Una de sus características esenciales es  la periodicidad de los mandatos de los representantes.- Las instituciones reflejan el dato de permanencia, los seres humanos el de finitud.- Es por ello que para los hombres la democracia se conjuga con el verbo pronominal de “irse”, los gobernantes cuando llegan ya se están “yendo”, para ser reemplazados por otros.- El que llega pensando quedarse, seguramente está malversando el sistema, un sistema que sabe de locadores, no de propietarios.-
                               No es casual que aquéllos que promovieron reformas constitucionales para establecer la reelección indefinida, casi seguramente cayeron en el abismo insondable en el que caen invariablemente los autócratas, los autoritarios, los que colocan su propia persistencia política por encima de las normas y de las instituciones, los que condicionan el éxito de la vida ciudadana a su propia eternidad.-
                               Tal vez el ejemplo paradigmático de esa minusvalía sistémica en la Argentina, sea la Provincia de Formosa.- La letal combinación de la pobreza, el asistencialismo, y el modo feudal más descarnado para administrar, representa la contracara del “deber ser” en el ámbito de una democracia.- Carlitos Tévez es apenas una anécdota, un instante en la vida de los formoseños; lo sustancial, lo permanente, lo interminable es, para ellos, Gildo Insfrán, gobernador desde hace veinte años y postulado por otro período más, el sexto.-
                               Luego de ocho años de mandato continuado, y doce si consideramos el período de su marido, le toca hoy a Cristina aquello que les ha tocado a todos los gobernantes del mundo democrático: irse.- Ha cumplido su período constitucional, que admite sólo una reelección consecutiva.-

domingo, 4 de octubre de 2015

LA INCÓGNITA DEL CUARTO LUSTRO

FORTALECIMIENTO O MUERTE.- Como  todo comportamiento humano, el político en especial no está regulado por los rígidos cánones de las ciencias duras.- Es, comparado con la naturaleza de las profesiones, una actividad de medios, no de resultados.- Una correcta praxis indica que deberán emplearse los medios adecuados para lograr el resultado que se desea, pero el éxito o la obtención del objetivo no es de un final garantizado.- Sí, como en la aritmética, dos más dos es cuatro, en política también podría ser tres o cinco o nada.-
                               En el mismo sentido, diremos que también el análisis político sufre de esa volatilidad casi constante, a la par que las conclusiones tienden a inscribirse en el campo de las relatividades.-
                               Con esa prevención, nos proponemos pronosticar el futuro del kirchnerismo como movimiento político en la arena argentina.- La tarea primordial está en proyectar su evolución en el cuarto lustro de este siglo (2015/2020), es decir si se debilita con tendencia a su desaparición o se fortalece para permanecer en el espectro de las fuerzas consolidadas.-
                               Debemos considerar dos cuestiones previas, que surgen del plano fáctico: la primera es que el kirchnerismo que hoy conocemos no nació en el llano sino en el gobierno, y como tal, el ejercicio de la política desde fuera de las estructuras estatales le es extraño, le resta  probarse en las duras inclemencias de la intemperie; la segunda, el dato electoral indica que, luego de doce años de gobierno, el próximo mandatario será  Massa o Macri, que no pertenecen al Frente para la  Victoria, o Daniel Scioli,  un hombre con  estilo muy alejado de los paladares negros del modelo.-
                               Con esos datos esenciales de la realidad, se me ocurre interesante, para formarnos un juicio prospectivo, tres ángulos de abordaje: el ideológico, el del liderazgo y el de los cuadros militantes o partidarios.-