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domingo, 16 de septiembre de 2018

FRANCISCO Y LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL


RELIGIÓN Y SEXUALIDAD
En la XXVI reunión de los cardenales consejeros, el papa Francisco convocó a los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo, a una reunión a realizarse en el Vaticano entre el 21 y el 24 de febrero de 2019, cuyo objetivo es abordar el tema de la prevención del abuso de niños y adultos vulnerables
                               Hace un par de semanas escribí en estas mismas páginas, que no alcanza con pedir perdón por parte de la iglesia por los abusos sexuales contra menores cometidos en su ámbito, que hacía falta una actitud proactiva para examinar en su seno el fondo de la cuestión y adoptar efectivas medidas para erradicar la pedofilia.
                               Lo que olvidé decir en esa oportunidad, es que la jerarquía católica se vería en aprietos para tratar el fondo de la cuestión, teniendo en cuenta la larga historia de desencuentros entre la iglesia y el sexo.
                               Si dios creó al hombre a su imagen y semejanza, lógico sería pensar que la sexualidad fuera integrativa del ser humano, como atributo entregado por la divinidad. 
                               Pero la interpretación de los textos religiosos fue históricamente en sentido contrario, partiendo del mordisco al fruto prohibido, que no fue más que el pecado original de Adán y Eva en su relación con las pasiones, hasta llegar a nuestros días en los que, entre los atavismos y la hipocresía, se siguen cerrando los ojos al reconocimiento del sexo como cuestión natural y también como cuestión de Dios.
Francisco pidió perdón en nombre de la iglesia por los casos de abusos de menores, pero ahora avanza más allá. La reunión de febrero de 2019 del papa con los presidentes de la Conferencia Episcopal de cada país, posiblemente abra un nuevo camino para  una sociedad que necesita una práctica religiosa inclusiva y actualizada
                               Dice Juan José Sebrelli en su excelente obra “Dios en el laberinto”, que las tres grandes religiones monoteístas de origen veterotestamentario, han sido a lo largo de la historia rígidamente moralistas, sexofóbicas y represivas del uso del propio cuerpo tanto para el goce como para evitar el sufrimiento.

domingo, 9 de septiembre de 2018

MACRI, ¿NO SUPO, NO QUISO O NO PUDO?


LA RECURRENTE CRISIS ARGENTINA
"Lo que tenemos que enfrentar es un problema de base que es no gastar más de lo que tenemos, y creo que los argentinos, creo que en todos nosotros ha crecido la conciencia de que no podemos seguir gastando más de lo que tenemos, vivir por arriba de nuestros ingresos" Presidente Maucicio Macri, 3.9.18

                               El discurso presidencial parece haber sido pronunciado el 10 de diciembre de 2015, cuando asumía la nueva administración. Ya entonces, hasta el menos avispado sabía que la acumulación de tensiones de la gestión populista, el gasto público desbocado y el gigantesco déficit en las cuentas públicas, nos llevaría a la implosión económica.
                               Lo sabían todos? Si Macri no lo sabía al asumir la presidencia, eso es ignorancia. Si lo sabía, pero no quiso tomar las medidas necesarias, eso es negligencia. Si sabía y quería, pero no podía solucionarlo, eso es incompetencia.
                               El lunes pasado, se escudó en la conjunción de tormentas, pero las tormentas son hechos de la naturaleza, y como tales, inevitables. Los tsunamis económicos, en cambio, pueden preverse, porque son el producto de yerros del ser humano acumulados en el tiempo.
                                A mi juicio, la gestión macrista, ha empedrado el camino al precipicio con sucesivas buenas intenciones, que en la realidad no se vieron concretadas o fueron sucesivamente postergadas. Entre ellas, la convocatoria a todo el espectro político, a equilibrar las cuentas públicas, de lo que ha pasado ya un año.
                               Es cierto que hubo que pactar reiterativamente por falta de mayorías legislativas, pero no menos cierto es que se ha gobernado sin aquello que hay que tener para gobernar (el lector me entiende), entrando en una especie de “buenismo” gubernamental portador sólo de buenas noticias.

domingo, 2 de septiembre de 2018

¿ALCANZA CON PEDIR PERDÓN?


LA IGLESIA CATÓLICA EN TIEMPOS TURBULENTOS
"Pedimos perdón a los abusos en Irlanda, abusos de poder y de conciencia; abusos sexuales por parte de miembros cualificados de la Iglesia. De manera especial pedimos perdón por todos los abusos cometidos en diversos tipo de instituciones dirigidas por religiosos y religiosas y otros miembros de la Iglesia"
papa Francisco, Irlanda, 26 de agosto

                              
                               A Jorge Bergoglio, como papa Francisco, le han tocado tiempos difíciles, de eso no hay dudas. Debe administrar una iglesia, la de mayor número de fieles en el mundo, que no atraviesa momentos de calma, antes bien de fuertes turbulencias por planteos profundos al dogma y cuestionamientos a la integridad moral de muchos de sus componentes.
                               Para colmo, sus enemigos internos aprovechan para culparlo de cuestiones que sucedieron en tiempos pretéritos.
                               En cada acontecimiento que preside, en cada país que visita, debe dar respuestas a los escándalos de abuso de menores sucedidos en instituciones religiosas, que continúan saliendo a la luz, y también a las nuevas visiones sociales sobre principios y dogmas religiosos que se multiplican en el seno de la sociedad civil, como el divorcio, la homosexualidad, el aborto.
                               Irlanda, a la que visitó en la semana transcurrida, fue la nación de mayor fervor católico en Europa, exportadora de sacerdotes a todo el mundo.
                               En la última visita papal, 1979, el divorcio, la homosexualidad y el aborto eran ilegales. Hoy, el divorcio es ley, tiene un primer ministro gay y en mayo votó abrumadoramente en favor de eliminar la prohibición del aborto de su Constitución.
La visita del papa a Irlanda, mostró a una Iglesia Católica atravesando momentos turbulentos. Volvió a pedir perdón por los casos de abuso de menores, los que se agregaron a los de Chile, Boston, Pennsylvania, y tantos otros
                               También Francisco, debió responder en ese país por los abusos sexuales cometidos por religiosos, así como en enero fue por los abusados en Chile, sumados a otros miles sucedidos en Boston, en Pennsylvania, en Perú, en Argentina con el ex sacerdote Grassi, y en tantos lugares del mundo que salieron a la luz por la valentía de las víctimas. Y pidió perdón, como lo viene haciendo reiterativamente.