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domingo, 18 de diciembre de 2016

LUCES Y SOMBRAS DE UNA ENTREVISTA HISTÓRICA

PRESIDENTE MAURICIO MACRI

 “Gobernar es pactar; pactar no es ceder”
(Gustave Le Bon, psicólogo francés, 1841-1931)
                               No recuerdo, tal vez los haya habido, un Presidente que haya concedido entrevistas exclusivas a medios y periodistas del interior, menos aún de la región norte, la de mayor índice de pobreza y la de pocos habitantes en relación al peso electoral del país.-
                               El escaso interés político de nuestras provincias, acentuado por la reforma constitucional de 1994 que cambió el sistema de elección presidencial, ha provocado la espaciada presencia de los candidatos en sus recorridas de campaña, privilegiando la región central en la que se concentran los votos grandes.-
                               Cristina apenas asomó sus narices en contadas ocasiones, a pesar de sus dos mandatos consecutivos.-
                               En ese contexto,  la caída geopolítica de nuestra zona nordeste en comparación con el todo, tiene necesariamente un efecto espejo en la obra pública y en los recursos de coparticipación.- De allí, a liderar los índices de pobreza hay un solo paso, y ese paso hace rato ya lo hemos dado.-
                               Es por ello que el mérito del Diario El Litoral, nuestro diario, y el de los colegas participantes, es doble no sólo por el logro periodístico, sino por haber posibilitado que la más alta autoridad nacional ponga su mirada en esta región postergada y hable de sus problemas, circunstancia que a veces ni nuestros mismos gobernantes locales lo han conseguido.-
Un logro que marca un hito fundamental en el periodismo de la región
                               Confieso, no obstante, que la entrevista con el Presidente Macri, luego de haber leído las páginas 4 y 5 del diario en su edición del día miércoles pasado, me han dejado un sabor agridulce en la boca, una primera dulzura que se acentuó por su disposición democrática a hablarnos en directo de nuestros propios problemas, pero que fue entremezclándose con la acidez que ganaba terreno a medida que se desarrollaban las respuestas.-

domingo, 11 de diciembre de 2016

PRESA O LIBRE

MILAGRO SALA
 “¿Qué es la moral en algún tiempo o lugar indeterminado? Es lo que acepta la mayoría, entonces y allí. Y lo inmoral es lo que no les gusta”
(Alfred North Witehead, filósofo inglés, 1941)
                               La búsqueda de una respuesta al gran dilema de los tiempos de confrontación social y política comienza por considerar si son las mayorías circunstanciales las que establecen la moral y la justicia.- Parafraseando al filósofo inglés, ¿son ellas las que determinan la divisoria entre lo moral y lo inmoral, conforme el gusto del momento?
                               Rotundamente no.- Una comunidad sometida al viento cambiante de las pretensiones mayoritarias, sin dudas es abono seguro para el florecimiento del autoritarismo, la arbitrariedad, la injusticia, el canibalismo político.-
                               Un país serio, una sociedad tolerante, hombres justos, son los condimentos indispensables para una vida civilizada.- La seriedad de un país está dada por la existencia de un orden jurídico justo y humano, la conciencia cierta del respeto a las normas cómo única manera de convivencia, la comprensión más cabal del pasaje bíblico  que manda “no hacer a otro lo que no quisieran que te hagan a ti”.-
                               La ya famosa grieta social y política, consecuencia de un tiempo en que desde el poder se abonó la visión confrontativa, ha terminado por convertirnos a los argentinos en rudimentarios zapadores de trincheras en lugar  de pacientes constructores de puentes.- Y eso subsiste, puede verse en cada comportamiento, en cada opinión, en cada instancia pública.-
Los países deben regirse por normas unívocas, los pactos internacionales, como único modo de una convivencia pacífica y civilizada
                               Desde aquella sentencia de Juan Perón, “para los enemigos ni justicia”, hasta el actual deseo colectivo de cárcel sin condena,  la sociedad va dejando jirones de comportamiento civilizado, para dar rienda suelta a sus instintos más primitivos.- No importan las normas ni los procedimientos, queremos “justicia ya”, o lo que sea que pensemos que es la justicia.-

domingo, 4 de diciembre de 2016

¿EL ÚLTIMO ROMÁNTICO O EL MEJOR SIMULADOR?

LA FORTUNA DE FIDEL CASTRO
 “Ser rico es malo, es inhumano, así lo digo”
(Hugo Chávez Frías, 2005)

                               “Guantanamera, guajira guantanamera, guantanameeera, guajira guantanameeera”, se escuchaba de fondo al recordado Compay Segundo, mientras gran parte de los cubanos hacía cola en el memorial José Martí de la plaza de la Revolución de La Habana, capital de la isla,  para despedir a su legendario líder, Fidel Castro.-
                               En simultáneo, apenas enfrente, en la capital del destierro cubano, Miami, permanecen los ecos de la fiesta en la calle Ocho de la Pequeña Habana, frente al café Versailles, punto de encuentro del exilio anticastrista, con un sentimiento exactamente opuesto.-
                               Murió Fidel Castro, y con él se terminó por desplomar definitivamente el muro que otrora dividiera el mundo y que hoy apenas aparece como una expresión simbólica en la ínsula caribeña.- Murió, con él, la ilusión de tantos jóvenes de otrora, la de los revolucionarios del poster del Che en el dormitorio.-
La muerte de Fidel entorna definitivamente la época de un mundo políticamente bipolar
                               Es que pocos líderes mundiales duraron tanto en el poder y, a la vez, fueron el eje de una controversia de casi sesenta años, que perforó transversalmente diferentes tiempos del orbe, desde las tensiones de la guerra fría hasta la globalización del siglo XXI.-
                               Desde una pequeña isla del mar Caribe, los barbados de Sierra Maestra vinieron para dar una vuelta de campana a la política mundial, dividiendo de manera drástica las opiniones y fracturando la convivencia de los propios connacionales.-
                               Mucho se escribe por estos  días sobre Fidel Castro, en esta columna apenas quiero hacer algunas reflexiones sobre la vida privada del mandamás de la revolución que derrocó a Fulgencio Batista.-