“La violencia aparece
donde el poder está en peligro, pero si se la deja a su aire acaba con la
desaparición del poder…La violencia, que puede destruir el poder, es
completamente incapaz de crearlo”
(Hannah Arendt, teórica política alemana, 1970)
En
el sistema democrático no tiene cabida la violencia
política.- En tal caso, quienes la utilizan sólo muestran su personalidad autoritaria
y confiesan su incapacidad de conseguir sus propósitos o pregonar sus ideas por
medios pacíficos.-
El
mundo está envuelto hoy en una espiral de violencia verbal y material muy
preocupante.- Violencia desde los gobiernos, Estados Unidos y Corea del Norte, violencia desde el terrorismo
islamita, amenazas de bombas nucleares, atentados con multiplicidad de
víctimas.- Una chispa, reconozcamos, puede producir la hecatombe tan temida.-
El
estado de gran tensión internacional
por las pruebas armamentísticas, antes que un enfrentamiento entre países, parece
más una pulseada entre dos líderes de personalidad imprevisible, que tienen
al alcance de sus dedos las armas más
mortíferas: Donald Trump y Kim Jong Un.-
En el último instante de la decisión final,
lo que prevalece, por encima de las pertenencias ideológicas, es la personalidad del gobernante.- Es bueno
preguntarse entonces: si fueras estadounidense, ¿quién preferirías que manejara
el botón rojo: Obama o Trump? o, si Argentina fuera potencia nuclear, ¿quién
querrías que tuviera la decisión final: Macri o Cristina?
Más
que nunca es hoy imprescindible que crezca la opinión de los líderes pacíficos,
que prevalezca el gobernante racional sobre el imprevisible, el pensante sobre
el impulsivo.- Si los adalides políticos de los países muestran actitudes que
no condicen con una disposición decidida a la búsqueda del diálogo y la disminución de la tensión, estarán
incumpliendo su compromiso con la paz mundial y jugando con fuego.-
Argentina
tiene su propia cruz.- Una historia moderna de violencia guerrillera y de terrorismo de estado.- Hace apenas
cuarenta años que el país estuvo inmerso entre los atentados terroristas y las
torturas y desaparición forzada de personas de la dictadura.-
El
mundo está envuelto hoy en una escalada de violencia verbal y material muy
preocupante.- Argentina tiene su cuota parte en ello, a través del vandalismo y
el ataque a la propiedad pública y privada, fomentadas desde determinados
sectores políticos
Los
tres primeros lustros del siglo nos trajeron reminiscencias de la violencia de esos años a
través del “revival” setentista, que
ayudó a generar una división casi irreconciliable en la población.-
El
kirchnerismo quedó atrapado en su metodología de gobierno, la construcción de
un “relato” que convocaba a gobernar
con una épica de confrontación, enemigos imaginarios que el propio oficialismo
creaba.-
Hoy,
en el llano, el cristinismo apela también a la creación de un “relato”, con los
mismos parámetros que le resultaron indispensables para gobernar: la lógica del adversario.- Es
indispensable para los populismos
autoritarios, inventarse contrarios con los cuales pelearse, porque su dinámica
tiene que ver más con la tensión permanente que con la tranquilidad.-
Sin
nada que ofrecer en materia de propuestas políticas, intentan hacerse fuertes
en el conurbano a través de la creación de condiciones políticas que tienen que
ver más con la desestabilización y la
violencia que con la competencia
democrática.-
Si
el silogismo de la lucha contra la dictadura militar fue: “falta de democracia,
desaparición forzada de personas, resistencia violenta del “pueblo”, para
justificar hoy su presencia en la política del siglo XXI deben rescatar del pasado la misma dinámica
setentista y traerla al futuro.-
Así,
apenas asumió el nuevo gobierno, la consigna era su deslegitimación a través
del “Macri,
basura, vos sos la dictadura”.- El segundo paso, la resistencia a través de
distintos sucesos de violencia, como los actos piqueteriles, los disturbios en
las concentraciones de trabajadores, la violencia de algunos grupos mapuche.- Y
el tercer paso, tan anhelado, la “desaparición
forzada de personas”, que lo consiguieron con Santiago Maldonado.- El combo
es perfecto: Macri dictador, Maldonado desaparecido, resistencia violenta de
los grupos “populares”.-
Santiago
Maldonado es hoy la expresión política de un Estado que no puede y una “lumpenpolítica”
que no quiere
Hoy
no sabemos que sucedió con Maldonado,
un ciudadano cuya más que dudosa desaparición el
gobierno no logra desentrañar.- Aun
cuando finalmente pudiera asignarse alguna responsabilidad a integrantes de
Gendarmería, a nadie en su sano juicio se le ocurriría involucrar al Presidente
Macri en la desaparición de un artesano ignoto.-
Le sirve, sin embargo, a Cristina para demostrar su hipocresía militante, sosteniendo en misa un afiche de Maldonado,
ante la mirada desde el más allá, de las
víctimas de Once y de la Amia, de Julio
López, de Alberto Nisman.-
Ese
nuevo relato creado por el cristinismo para subsistir en el llano, ese
oportunismo al cual le sirve políticamente que Maldonado no aparezca, coloca a Cristina
por fuera del sistema democrático, apoyando de manera velada la violencia
desestabilizadora.-
Es
que su grupo de apoyo ya no es un
partido político, una agrupación democrática, un sector visible de la vida
nacional, ni siquiera la izquierda argentina.- No preside el Justicialismo, no
lidera a los trabajadores organizados, no es cabeza de los gobernadores del
peronismo, nada de eso.-
Se apoya en los marginales de la política, aquellos que están fuera del sistema
y trabajan exclusivamente para generar violencia.- Los grupos radicalizados
mapuches que queman vehículos, los piqueteros que obstruyen la circulación e
imponen la imagen de la capucha y el palo, los pseudo sindicalistas a los que
les interesa sólo el caos, las organizaciones extremistas como Quebracho entre
otras, son hoy su estado mayor.-
Resulta
contradictorio que una ex mandataria multimillonaria lidere la estructura “lumpen”
de la política argentina, esa dirigencia parasitaria y chupasangre de los
sectores subsidiados
El lumpenproletariado es un término marxista de origen alemán con el que se designa a la población situada socialmente al margen o debajo del proletariado, desde el punto de vista de sus condiciones de trabajo y de vida, formado por los elementos degradados, desclasados y no organizados del proletariado urbano.- En versión argentina, serían los "subsidiados".-
Cristina se encuentra hoy liderando la "lumpenpolítica", que es la superestructura parasitaria de dirigentes chupasangre que explota y vive de los que reciben subsidios.- Esa es la base política de Cristina en el llano, obviamente con el grado de marginalidad y violencia que ello conlleva.-
A esta altura, parece contradictorio que una dirigente multimillonaria lidere la estructura "lumpen" de la política argentina.-
El vandalismo de los sucesos en la Avenida de Mayo, las prácticas violentas en Neuquén y Chubut, las bombas molotov, los piedrazos, la quema de vehículos, los grupos radicalizados de mapuches "preconstitucionales", son todos exponentes de una violencia política de antaño que quiere volver a instalarse en la Argentina, con el caldo gordo que le suministran dirigentes políticos como Cristina.-
En
octubre los caminos pueden bifurcarse definitivamente.- Es de esperar que el
pueblo argentino demuestre en las urnas, que la violencia debe ser desterrada
para siempre de la Argentina
Hay que decir sobre el punto, que la tibieza del ubicuo Massa, o el silencio de una luchadora como Margarita Stolbizer, resultan patéticos porque no está en juego simplemente el destino de la política en la Argentina, sino la subsistencia de un sistema pacífico y democrático que los violentos quieren derrotar.-
En estos días se anuncian marchas en apoyo del gobierno, pero el verdadero momento de la palabra social llega en octubre, en el acto electoral, donde el pueblo argentino debe claramente pronunciarse en contra de la violencia y repudiar a los dirigentes que se muestran condescendientes con el vandalismo político.-
No necesitamos más violencia, no queremos a los violentos, rechazamos a los agitadores profesionales que son apañados por la "lumpenpolítica".- Demostrémoslo también en las urnas, no hay otra manera.-
Jorge Eduardo Simonetti
*Los artículos de este blog son de libre reproducción, a condición de citar su fuente.-
No necesitamos más violencia, no queremos a los violentos, rechazamos a los agitadores profesionales que son apañados por la "lumpenpolítica".- Demostrémoslo también en las urnas, no hay otra manera.-
Jorge Eduardo Simonetti
*Los artículos de este blog son de libre reproducción, a condición de citar su fuente.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión