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lunes, 23 de noviembre de 2015

CLAVES DE UNA ELECCIÓN Y CLAVES DE UN FUTURO

LO QUE PASÓ Y LO QUE VIENE.- Preguntarse si ganó Macri o perdió el kirchnerismo parece una figura retórica que conocemos con el nombre de “tautología”.- Sin embargo, el interrogante tiene un indudable sentido político más allá de los resultados, porque indica el núcleo principal del ánimo del votante en estos tiempos electorales y, además, resultará un condimento esencial para componer los pasos del futuro gobierno.-
                               Diremos que Mauricio Macri fue el canal ciudadano del hartazgo, ahora deberá convertirse en el canal democrático de las esperanzas del conjunto.-
                               No es un secreto que termina un régimen, instalado en los sillones del poder hace doce años.- Electoralmente hablando, se van de la misma manera que llegaron, pero con la ecuación a la inversa.-
                               Con la reforma constitucional de 1994, se introdujo el sistema de doble vuelta o “ballotage” para la elección presidencial.-  De las seis elecciones presidenciales realizadas desde entonces, podemos extraer los siguientes números:
a)     En cuatro, la fórmula triunfante obtuvo los resultados necesarios para evitar la segunda vuelta.- El 14 de mayo de 1995, Carlos Menem-Carlos Ruckauf obtuvieron el 49,94%; el 24 de octubre de 1999, Fernando De la Rúa-Carlos Alvarez, el 48,37%; el 28 de octubre de 2007, Cristina Fernández de Kirchner-Julio Cobos, el 45,29%; el 23 de octubre de 2011, Cristina Fernández de Kirchner-Amado Boudou, el 54,11%.-
b)    En las dos restantes no se alcanzaron los números necesarios para evitar la segunda vuelta.- Ambas significaron el ingreso del kirchnerismo al poder (2003) y su egreso (2015).-  El 27 de abril de 2003, la fórmula Carlos Menem-Juan Carlos Romero obtuvo el 24,45% de los votos válidos, por encima de Néstor Kirchner-Daniel Scioli, con el 22,24%.- Kirchner resulta consagrado Presidente por la renuncia de Menem a participar del “ballotage”.-
c)     El 25 de octubre de 2015, la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zanini obtiene el 37,08 %, y la de Mauricio Macri-Gabriela Michetti el 34,15%.- El 22 de noviembre de 2015, se realiza por primera vez la segunda vuelta prevista por la Constitución para elegir Presidente y Vice, y resulta ganadora la fórmula Macri-Michetti por sobre Scioli-Zanini, por 3 o 4 puntos porcentuales aproximadamente.-
d)    En ambas elecciones (2003 y 2015), los que salieron segundos en la primera vuelta, finalmente resultaron consagrados Presidente y Vice.- Es decir que para el kirchnerismo, el segundo puesto que le sirvió para ganar en 2003, ésta vez lo lleva a la derrota.-

domingo, 8 de noviembre de 2015

MIEDO

MIEDO A DEJAR EL PODER.- “Sólo hay que temerle a Dios, y en todo caso a mí un poquito”, dijo una exultante Cristina en 2012, en el apogeo de su poder.- Es que, antes que amada,  siempre prefirió ser temida.- Pronta a jubilarse, según sus adláteres ya no es hoy a Cristina a quién hay que temer, sino a Mauricio Macri.-
                               De pronto, aquello que fue un componente secundario en la campaña electoral de la primera vuelta, se convirtió en el elemento sustancial del camino oficialista al “ballotage”: el miedo.- También la extorsión y la amenaza.-
                               Todos ellos agitados desde las esquinas del poder, desde las ventanas del mando, desde cada personaje de la década ganada, en sus más diversas formas, que en dosis masivas se intenta inyectar en  los corazones y las mentes de los argentinos.-
                               Desde el argumento infantil hasta la afirmación truculenta, desde el  cierre de Tecnópolis hasta la vergonzosa afirmación del Ministro de Salud respecto a los centros de atención oncológica, desde la liberación de los condenados por los derechos humanos lanzada por una desesperada Carlotto hasta el vaciamiento del Conicet, desde la pérdida del trabajo o del plan social hasta el inadmisible alineamiento partidario de muchos rectores de universidades nacionales, sigue y suma, una larga lista de “calamidades” nos esperan a los argentinos si no ganan, si no vuelven a ganar otra vez,  los mismos que ocupan el poder hace doce años.-
                               Tarde y mal.- Mal, porque más que miedo generan indignación; tarde, porque parece que no advirtieron que el electorado ya no tuvo temor al cambio, más del 63% lo votaron en la primera vuelta.-
                               Pero, aunque lo parezca, no es un invento kirchnerista, es casi tan antiguo como la humanidad.-  Desde el fondo de los tiempos, la ira y el miedo se han usado como instrumentos de control, dominación y movilización política por parte de las elites y grupos gobernantes.-
                               Primero fue el miedo a la furia de los dioses y a la ira de la naturaleza y las pestes, después, fue el miedo a las guerras por sus efectos devastadores; en regímenes más modernos, a los autoritarismos y los totalitarismos; hoy, bajo sistemas democráticos, a la pobreza, a la debacle económica, a la delincuencia, al terrorismo.-

lunes, 26 de octubre de 2015

EL VOTO CLASISTA NO DEFINIÓ LA ELECCIÓN

 SEGUNDA VUELTA CON ENVIÓN PARA MACRI.- Predecir el resultado electoral es una tarea arriesgada, casi propia de adivinos.- De allí los rotundos papelones que muchas veces sufrieron las encuestadoras, cuando se contrastaban sus trabajos con la realidad de los resultados.-
                               Siendo las una de la madrugada, me hago ésta pregunta: ¿Quién auguró que Macri sacaría tantos o más votos que Scioli, o que Vidal le ganaría a Aníbal Fernandez en la Provincia de Buenos Aires?
                               Cómo carezco absolutamente de dotes de adivino, nunca me animé a pronosticar resultados electorales.- Sin embargo, cuestión distinta es entrever las disyuntivas principales que presentaba cada elección, en cada caso únicas e irrepetibles, para de allí obtener los elementos principales que la decidirían.-
                               No resulta posible explicar esta elección a partir de los partidos políticos.- Hace mucho tiempo que en la Argentina, especialmente en el siglo XXI, los partidos políticos perdieron capacidad de intermediación con la sociedad.- Tanto en los comicios como en  los conflictos, el protagonismo es de los ciudadanos, y la dirigencia política tradicional camina a la cola de los acontecimientos.-
                               En ese marco, el régimen que se instaló hace más de una década en el gobierno de la Nación, marcó la tendencia de los comportamientos sociales: el de la confrontación, el de la lógica adversarial.- Obviamente, esa misma lógica se trasladó periódicamente a los comicios desde 2005.-
                               En 2015, con casi un cambio de época, las elecciones presidenciales representaban, no la competencia entre las propuestas o candidatos partidarios, sino la tensión principal asentada en el seno social: la puja entre  la seguridad alimentaria por un lado y la libertad política o ciudadana por el otro, cada una de ellas protagonizadas por actores distintos de la sociedad.- El resto de los componentes, resultarían complementarios, aunque probablemente decisivos en el ajuste de los números,  de la centralidad de la opción primaria.-
                               Estoy hablando que el combate principal, fue llevado adelante por dos voluntades o pretensiones absolutamente diferentes, aunque no necesariamente contrapuestas, cuales son: el “voto alimentario” en un rincón y el “voto libertario” en el otro, sin que la nominación tenga características peyorativas.-