
Diremos
que Mauricio Macri fue el canal
ciudadano del hartazgo, ahora deberá
convertirse en el canal democrático de las esperanzas del conjunto.-
No
es un secreto que termina un régimen, instalado en los sillones del poder hace
doce años.- Electoralmente hablando, se
van de la misma manera que llegaron, pero con la ecuación a la inversa.-
Con
la reforma constitucional de 1994, se introdujo el sistema de doble vuelta o
“ballotage” para la elección presidencial.-
De las seis elecciones
presidenciales realizadas desde entonces, podemos extraer los siguientes
números:
a)
En cuatro, la fórmula triunfante obtuvo los
resultados necesarios para evitar la
segunda vuelta.- El 14 de mayo de 1995, Carlos Menem-Carlos Ruckauf obtuvieron el 49,94%; el 24 de octubre
de 1999, Fernando De la Rúa-Carlos
Alvarez, el 48,37%; el 28 de octubre de 2007, Cristina Fernández de Kirchner-Julio Cobos, el 45,29%; el 23 de
octubre de 2011, Cristina Fernández de
Kirchner-Amado Boudou, el 54,11%.-
b)
En
las dos restantes no se alcanzaron
los números necesarios para evitar la segunda vuelta.- Ambas significaron el
ingreso del kirchnerismo al poder (2003) y su egreso (2015).- El 27 de abril de 2003, la fórmula Carlos Menem-Juan Carlos Romero obtuvo
el 24,45% de los votos válidos, por encima de Néstor Kirchner-Daniel Scioli, con el 22,24%.- Kirchner resulta
consagrado Presidente por la renuncia de Menem a participar del “ballotage”.-
c)
El
25 de octubre de 2015, la fórmula Daniel
Scioli-Carlos Zanini obtiene el 37,08 %, y la de Mauricio Macri-Gabriela Michetti el 34,15%.- El 22 de noviembre de
2015, se realiza por primera vez la segunda vuelta prevista por la
Constitución para elegir Presidente y Vice, y resulta ganadora la fórmula Macri-Michetti por sobre Scioli-Zanini,
por 3 o 4 puntos porcentuales aproximadamente.-
d)
En
ambas elecciones (2003 y 2015), los
que salieron segundos en la primera vuelta, finalmente resultaron
consagrados Presidente y Vice.- Es
decir que para el kirchnerismo, el segundo puesto que le sirvió para ganar en
2003, ésta vez lo lleva a la derrota.-
Las claves de los resultados electorales
resultan extremadamente sencillos de desentrañar.- Las principales son:
a)
En
las elecciones presidenciales de 2015,
la política estuvo por encima de la economía.- El dólar,
el tipo de cambio, los subsidios, la inflación, tuvieron menos
incidencia en el cerebro electoral del votante que el ejercicio autocrático del
poder, la repetitiva cadena presidencial que fustigaba permanentemente a unos y
a otros, la instalación del pensamiento único, el arrinconamiento de la
república, el estilo confrontativo de gestión.- La repulsa al autoritarismo fue mayor que cualquier análisis de
conveniencia económica.- Por ello, sin dudas que el mayor porcentaje de
derrota se ubicó del lado de Cristina,
omnipresente en los votantes a pesar de su llamado a silencio de los últimos
días.-
b)
La
estrategia electoral de Scioli para
la segunda vuelta fue exactamente la opuesta de lo que indicaban la mayoría de
los análisis políticos.- Se centró en la economía en vez de la política, aunque
tal vez otra no le quedaba, visto las características de su superiora.- En vez
de ser más Scioli, fue más Cristina.- De tal manera, sus asesores de campaña
armaron una suerte de “Frankestein”
electoral, un candidato con el cuerpo y la cara de Scioli, pero con el
mensaje, la actitud y la crispación de Cristina.- Fue notable ver, recordando
la novela de Robert Louis Stevenson,
cómo el tranquilo Dr. Jekyll de
siempre, en las últimas tres semanas
trasmutaba en el terrorífico y agresivo
Mr. Hyde.- No fue Scioli el que jugó en la segunda vuelta, y así le fue,
como a todos aquellos que impostan su personalidad.-
c)
A
Mauricio Macri le alcanzó
simplemente con ser quien fue
durante los últimos años y en toda la campaña electoral.- Obviamente, un Macri muy mejorado no sólo en su gestión como
Jefe de Gobierno, sino también en sus cualidades
de político.- Partió de cero en la
construcción de su partido, superó las prevenciones de muchos sectores
políticos, y supo construir con paciencia franciscana y detalle casi
quirúrgico, una alternativa electoral que finalmente resultó triunfante.-
Finalmente,
la elección ya es historia.- Cómo
resultado más visible, queda la manera
democrática con que la ciudadanía supo
sacudirse un yugo que pesaba sobre sus espaldas más de la cuenta.- Lo hizo
en las urnas, como corresponde, como debe ser siempre.-
De
aquí en adelante, nos quedará a todos los argentinos repensar el pasado para acertar el futuro.- La lección más
importante tal vez sea la de haber aprendido que el sistema no se agota en los comicios que nos convocan cada dos
años para elegir nuestros representantes.-
La
democracia es algo más, tal vez mucho más que eso.- Vivir democráticamente
es reconocer al otro, respetarnos en nuestros derechos, tolerar y convivir en el disenso, no aceptar que
la satisfacción de nuestras necesidades
sea a costa de la entrega de nuestras
libertades, ser coprotagonistas de la construcción de nuestro propio
destino, reconociendo que en la política no existen dioses iluminados a los que
tengamos que entregarnos para que nos guíen como rebaño.-
Mauricio Macri ha construido una alternativa electoral exitosa.- Le
queda por delante construir una
alternativa política, que sea capaz de encarar con la fuerza necesaria, las
graves acechanzas que nos deparan los tiempos.- Saber que son importantes las conquistas que deja el
régimen kirchnerista y que hay que mantener, pero también que deja graves problemas económicos,
políticos, sociales y éticos, que
hay que enfrentar con la autoridad suficiente.-
Que
el régimen que abandona el poder el
10 de diciembre, de ninguna manera
pretenda constituirse en la vara de medición del nuevo gobierno.- Comienza
una nueva etapa, y hay que construirla con la impronta propia de la alternativa
votada el 22 de noviembre.-
La tarea no es fácil, pero estoy seguro
que si restauramos el tiempo del diálogo
inteligente, el de la construcción política en función de propuestas y no de personalismos
excluyentes, el de la cimentación del poder
con base en la ley y no
en la voluntad caprichosa del poderoso,
el de la reconstitución de la autoridad institucional a través del imperio de la ética en las relaciones
estatales, allí estará el secreto de poder convivir en paz, con prosperidad,
con justicia.-
Y
que, principalmente, sepamos todos los argentinos que a ningún gobierno le entregamos nunca en propiedad el estado y por
lo tanto no tenemos cuentas pendientes con nadie.-
Nuestra decisión fue dada el domingo y es inapelable.- Los que perdieron deben
acomodarse.- Los que llegan, deben gobernar
con la confianza necesaria, pero también
con la grave responsabilidad del mandato
que conferimos.-
Esa es la democracia, nada menos.-
Jorge Eduardo Simonetti
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