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domingo, 1 de noviembre de 2015

¿LA NEGARÁN TRES VECES?

FIN DE CICLO     “Entonces Pedro, respondiendo, le dijo: Aunque todos se aparten por causa de ti, yo nunca me apartaré.  Jesús le dijo: En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.  Pedro le dijo: Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré. Todos los discípulos dijeron también lo mismo”(Mateo 26:34).- “Y Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente (Mateo 26:75).-
                               Los dos partidos mayoritarios, que protagonizaron la segunda parte del siglo XX, han mostrado comportamientos disímiles respecto a los presidentes surgidos de sus filas.-
                               El 14 de mayo de 1995, Carlos Saúl Menem era reelecto Presidente con el 49,94 % de los votos.- Salvo contadísimas excepciones, todo eran loas para el riojano, estaba en su apogeo,  su política privatizadora era pesbicitada con un nuevo mandato, luego de la reforma constitucional de 1994.- Néstor y Cristina Kirchner formaban parte de esa corte de entusiastas que aplaudían y se prendían de sus éxitos, Daniel Scioli hacía su aparición en política de la mano de su mentor.- Toda la dirigencia de peso del peronismo era menemista.-
                               Sólo unos pocos años transcurrieron para que Menem pasara, sin escalas, de su condición de “semidios” al de un “paria” absoluto, repudiado con la misma intensidad por quiénes antes se habían prendido de su saco para ganar en sus distritos.- Lo que antes fue el jolgorio consumista del uno a uno, pasó a convertirse en la década “neoliberal” repudiada.- Muchos Pedros lo negaron, casi todos, aunque la hora del llanto amargo nunca llegaría.-

                               Eduardo Duhalde fue designado Presidente de la Nación por la Asamblea Legislativa el 2 de enero de 2002, en medio de la profunda crisis económica del país y una situación caótica en lo social, que hacía peligrar la paz entre los argentinos.- Pacientemente, con colaboradores eficientes como Roberto Lavagna, fue estabilizando un barco que escoraba peligrosamente, hasta convertir, en poco más de un año,  un país al borde del precipicio en una Nación con perspectivas de salir rápidamente de la crisis.- El apoyo a Néstor Kirchner como candidato a Presidente de la Nación, fue fundamental para que el ignoto santacruceño llegara a la primera magistratura.-
                               Poco tiempo pasó para que, desde el nuevo oficialismo que nació empollado por el bonaerense, se atacara su figura y se utilizara todo el peso del estado para borrarlo del mapa político de la Provincia de Buenos Aires.- También Duhalde fue desconocido por sus discípulos y arrumbado en el arcón de los malos recuerdos.-
                               Ambos Presidentes de pertenencia justicialista, sufrieron aquello que parece ser el karma de  los peronistas que pierden el poder: el repudio y el vilipendio de sus propios compañeros, por lo menos de la mayoría de ellos.-
                               Es que esa maquinaria de poder, ese sistema casi infalible de fabricar gobernantes y luego repudiarlos, ese generoso continente en el que caben todas las ideologías, esa yuxtaposición casi infinita de dirigentes que manifiestan profesar la doctrina del general de la ancha sonrisa, tiene una concepción utilitarista de la política, un ADN inconfundible: “muerto el rey, viva el rey”.- Sólo Perón tuvo patente de inmunidad hasta cierto punto.-
                                No ocurre lo mismo con el otro gran partido nacional, hoy venido a menos.- Illía  y Alfonsín, pasaron a ocupar el altar de los próceres partidarios, forman parte de la mejor historia de esa divisa, son objeto de respeto y recordación.- Hasta de la Rúa, que salió eyectado del poder por la fenomenal crisis de 2001, no tuvo nunca el grado de repudio agresivo que Menem o el propio Duhalde.-
                               Hoy, con Scioli o sin él, el kirchnerismo está dando sus últimos estertores como fuerza predominante.- Una vez más Cristina fue previsible, cómo lo sucede a todos los autócratas que abusan del micrófono (Castro, Chávez).- Nada nuevo en su última cadena, el mismo auditorio, el mismo transporte, el mismo mensaje: Yo, Néstor y el modelo.- De Scioli, nada.- “El candidato es el proyecto”, se le escuchó decir, sacándose el sayo de “mariscala de la derrota”.-
                               A decir verdad, la exasperante falta de rebeldía de Scioli, “ninguneado” hasta el final por su fuerza política, ya no muestra comprensión ni en la propia tropa.-
                               La doctora, como la llama Asís, demostró una vez más que no sabe elegir candidatos, Boudou, Zanini y Aníbal Fernández son la patética demostración.- Tampoco diferencia momentos, todos los tiempos son lo mismo, los de doblar la apuesta, nada más conoce.- Su política de “nariz levantada” no la abandonó jamás,  ni en estos últimos días en que había que matizar con una pequeña cuota de serenidad para conquistar a los independientes.- Pedirle humildad a Cristina es como pedirle misericordia a Hitler, un objetivo imposible.-
                               La inexplicable tardanza en publicar los datos oficiales de la elección del domingo pasado, en realidad sí tienen una explicación.- Quién desde hace más de una década se acostumbró a crear “realidades” a su conveniencia o capricho, a “relatar” su visión a través del monólogo incontestable, a imponer su discurso sin posibilidades de contraste, claro que hoy no tiene capacidad psicológica para reconocer o aceptar una realidad que no coincide con sus deseos.-
                               Está claro que el puñado de legisladores de paladar negro que deja en el Congreso, los miles de nombramientos de los pibes inexpertos de la Cámpora en muchas áreas del Estado, los actores que la aplaudían, o los intendentes y gobernadores que le sonreían para recibir el cheque, no serán ya los que vayan a sostenerla como líder indiscutible del movimiento para el futuro.- Si piensa eso, realmente demostrará que está perdiendo la guerra contra el desequilibrio emocional, que ya le ha ganado varias batallas.-
                               Cuando el helado viento patagónico se cuele en las rendijas de su residencia en el Calafate, o el frío de los pasillos judiciales le cale los huesos, se dará cuenta que ya no tiene el abrigo que confiere el poder omnímodo.- Será el momento de tomar contacto con la realidad cotidiana de los argentinos, que Cristina no conoce desde hace muchos años.-
                               Es dura la vida, es dura la política, pero más duro es el propio peronismo con los que perdieron el poder, por esa extraordinaria capacidad de no hacerse cargo de las consecuencias de sus propios gobiernos del pasado.-
                               De manera metafórica diré que, culminado el proceso contra Jesús, éste inició su largo vía crucis cargando sobre sus espaldas la cruz de la humanidad.- Temo que Cristina transitará su vía crucis cargando su propia cruz, con la desagradable sensación  que sus compañeros partidarios la negaron tres veces antes que cante el gallo, sin que luego lloraran arrepentidos como Pedro.-
                                                                     Jorge Eduardo Simonetti




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