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domingo, 16 de agosto de 2015

LO QUE VIENE

A la caza del votante no cautivo.- La introducción del sistema de Primarias Abiertas, Obligatorias y Simultáneas (PASO) y las sucesivas elecciones de candidatos que se han realizado con este mecanismo,  han abrogado el sistema constitucional de doble vuelta o ballotage establecido por la Constitución Nacional para la elección de Presidente y Vice de la Nación, convirtiéndolo en un sistema de triple envío.-
                                    En efecto, en la elección del domingo pasado, como en las anteriores, pudo verse que la competencia electoral, que en realidad está configurada para elegir candidatos dentro de cada agrupación política(lo que antes denominábamos internas partidarias), tiene un tratamiento periodístico de elección general, y la ciudadanía también vota con las expectativas que van en el mismo sentido.-
                                    De más está decir que las encuestas le confieren un lugar secundario a los datos de la competencia interna, el verdadero interés está volcado a medir la intención de voto de los precandidatos de cada espacio partidario con más posibilidades (Macri, Massa) o único (Scioli), o la suma de los precandidatos de una misma coalición.-
                                    En las PASO, de tal manera, los resultados juegan como una primera vuelta general, y eliminan a los partidos o coaliciones políticas que no alcancen el 1,5% de los votos válidos emitidos en el distrito.-
                                    Hecha esa  eliminación anticipada, la primer elección general de Presidente y Vice pasa a configurarse como una segunda vuelta, porque psicológica y fácticamente los resultados de las PASO inciden  en las estrategias y en los juegos políticos de candidatos y partidos.-  También los ciudadanos analizan sus propias posturas en función de esos resultados, para optar por realizar un voto sincero (candidato de su preferencia) o, por el contrario, un voto estratégico (candidato con más posibilidades de ganarle al adversario no querido).-

                                    De tal modo, el eventual  ballotage entre los dos candidatos más votados, que se configura para el caso que nadie obtenga más del 45% de los votos o 40% con una diferencia de 10% sobre el segundo (según la Constitución), vendría a comportarse como una tercera elección general.-
                                    E.E.U.U. es el pionero en esta materia.- Haciendo un cómputo sobre los sistemas de elecciones primarias en el país del norte, hay un total de 47 estados con primarias partidistas, de todas ellas hay 18 estados con primarias cerradas, 18 estados con primarias abiertas, 7 estados con primarias semicerradas, y, por último, 4 estados con unas primarias mixtas. Los 4 estados restantes (hasta completar 51) tienen un sistema no partidista.-
                                    Tengo para mí, que los dos principales candidatos finalmente electos en las primarias argentinas para representar a su espacio político, siguieron una estrategia similar de campaña, destinada prioritariamente a consolidar su frente interno y conocer los números de su fuerza propia, y que tomarán un rumbo distinto para la primera elección general de octubre.-
                                    Para el proceso electoral que culminó el domingo pasado, Scioli fue “kirchnerista de paladar negro”, camporista de la mejor estirpe juvenil, con ello supo aglutinar sus votos “duros”, aquéllos que constituyen su piso electoral: 38%, que no es poca cosa.-
                                    Igualmente, sabiéndose ganador en la interna, Macri jugó a una estrategia del “PRO puro”, incontaminado, para luego constatar que así obtuvo un 25%, o un 30% sumando su espacio, lo que también es un piso importante.-
                                    Massa, por último, viendo como se le escurrían las intenciones de voto como agua entre los dedos, apostó fuerte a las posiciones o promesas más radicalizadas, lo que le valió un tercer puesto cómodo y difícil de remontar en la general.-
                                    De tal manera, las PASO poco sirvieron para definir las internas, sino principalmente cómo banco de pruebas para conocer los votos propios y a su vez afinar la estrategia para conquistar voluntades no cautivas en la elección general.-
                                    Para octubre (constitucionalmente, la primera vuelta electoral para la elección de Presidente y Vice), Scioli deberá mostrarse menos kirchnerista y más sciolista y Macri menos proista y más aliancista.-
                                    El motonauta, sabiéndose con un piso alto y un techo limitado (por imperio de las pasiones encontradas que genera el kirchnerismo), deberá desplegar toda la estrategia propia de su personalidad para seducir a los que no lo votaron en las Paso.- Es decir, el contenido de su discurso político de campaña deberá tener mucho más de Scioli y mucho menos de Cristina.-
                                    Por su parte, a Macri le espera menuda tarea.- No sólo deberá conquistar votos no propios, sino además evitar que se le escurran los sufragantes de Sanz y de Carrió.- Para ello, deberá abandonar la estrategia dura del ecuatoriano, para mostrarse cómo un candidato menos conservador y con  mayor calor popular.-
                                    Nadie casi duda que Scioli tiene más posibilidades en la primera vuelta de octubre, y que la cosa se le complicará en un eventual ballotage.- Si bien con un piso alto, fundamentalmente constituido por el voto alimentario, encontrará más dificultades en obtener apoyo electoral en los sectores que ya no lo votaron en las PASO, no por él, sino por los que no quieren más kirchnerismo.-
                                    Macri deberá dar dura batalla para llegar al ballotage, en el cual se le acrecientan geométricamente las posibilidades de ser Presidente en función del voto anti, que rechaza el modelo.- Pero, deberá pensar muy bien su discurso, para captar el voto peronista de Massa y el del progresismo que no comulga con el gobierno.-
                                    Ha dicho el consultor político uruguayo Daniel Eskibel, que “el discurso político pasea al oyente o bien por un lago o bien por una montaña rusa”.- Temo que, tanto el ex Presidente de Boca cómo el ex motonauta, tienen en común un discurso plano, casi monocorde, con pocas variaciones de intensidad, que no provocan en el público adhesiones entusiastas o rechazos contundentes.- ¿Será que para octubre el bucólico paseo por el lago deberán cambiarlo por el más emocionante de la montaña rusa?
                                    De cualquier modo, no deberán olvidar que las elecciones se ganan y se pierden dentro del cerebro del votante, y que a la hora de votar, las predilecciones políticas no son producto exclusivo de procesos racionales y lógicos, sino vinculados a desarrollos inconscientes, conocido como “sesgos confirmatorios”, que tienen una relación directa con las emociones y no con la razón.-
                                    Aun así, es posible que resulte más dificultoso predecir el comportamiento del electorado en octubre, porque presupuestados los votos “duros” de los candidatos, los otros representan múltiples variables que pueden canalizar por distintas vías emocionales y racionales.-
                                    Creo que, en definitiva, lo que terminará definiendo las presidenciales, es la mayor o menor incidencia del “anti” en el cerebro del votante no cautivo.-

                                                                        Jorge Eduardo Simonetti




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