A la caza del votante no cautivo.- La introducción del sistema de Primarias Abiertas, Obligatorias y
Simultáneas (PASO) y las
sucesivas elecciones de candidatos que se han realizado con este mecanismo, han
abrogado el sistema constitucional de doble vuelta o ballotage establecido
por la Constitución Nacional para la elección
de Presidente y Vice de la Nación, convirtiéndolo en un sistema de triple envío.-
En
efecto, en la elección del domingo pasado, como en las anteriores, pudo verse
que la competencia electoral, que en realidad está configurada para elegir
candidatos dentro de cada agrupación política(lo que antes denominábamos
internas partidarias), tiene un tratamiento
periodístico de elección general, y la
ciudadanía también vota con las expectativas que van en el mismo sentido.-
De
más está decir que las encuestas le confieren un lugar secundario a los datos de la competencia interna, el verdadero interés está volcado a medir la
intención de voto de los precandidatos de cada espacio partidario con más
posibilidades (Macri, Massa) o único (Scioli), o la suma de los precandidatos
de una misma coalición.-
En
las PASO, de tal manera, los resultados
juegan como una primera vuelta general, y eliminan a los partidos o
coaliciones políticas que no alcancen el 1,5% de los votos válidos emitidos en
el distrito.-
Hecha
esa eliminación
anticipada, la primer elección general de Presidente y Vice pasa a
configurarse como una segunda vuelta, porque psicológica y fácticamente los resultados de las PASO inciden en las estrategias y en los juegos políticos
de candidatos y partidos.- También los ciudadanos analizan sus propias
posturas en función de esos resultados, para optar por realizar un voto sincero (candidato de su
preferencia) o, por el contrario, un voto
estratégico (candidato con más posibilidades de ganarle al adversario no
querido).-