El modelo condenó a los jubilados.- La jueza electoral María Servini de Cubría, rechazó
el recurso de amparo interpuesto por el diputado nacional Manuel Garrido,
quién había acusado a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner
de proyectar un hecho violatorio de la
veda electoral, a raíz del acto preanunciado en el que la primera
mandataria iba a dar a conocer un incremento en los haberes jubilatorios
nacionales.-
El
artículo 64 quáter del Código Electoral
Nacional prohíbe “durante los
quince días anteriores a la fecha” de la elección, “la realización de actos
inaugurales de obras públicas, el lanzamiento o promoción de planes, proyectos
o programas de alcance colectivo y en general la realización de todo acto de gobierno que pueda promover la captación
del sufragio a favor de cualquiera de los candidatos a cargos públicos
electivos nacionales”.-
Por
basarse en “meras especulaciones o suposiciones”, la Justicia rechazó el
amparo, y el camino para el acto político presidencial quedó allanado.-
Cómo
parte de la concurrencia de la cadena nacional instrumentada a tal efecto, en
primera fila podía verse a un bronceado
Daniel Scioli, precandidato del Frente
para la Victoria a Presidente de la Nación, escuchando muy atentamente
junto al acostumbrado auditorio de cartón pintado, que sólo se
movía para ensayar la repetitiva mueca
de la sonrisa aprobatoria, o enrojecer sus palmas con el aplauso empalagoso que es ya
tradicional en la apología oficialista.-
Con
el análisis “ex post facto”, o con la lectura del diario del lunes, pareció que
el combo cerraba, la prohibida figura legal se configuraba y daba razones a
Garrido y su queja.- Tarde.- Acto de
gobierno, ampliado hasta el infinito con la dichosa cadena nacional
obligatoria, anuncio de mejoras salariales a los jubilados, y presencia del candidato oficialista.-
Al
gobierno no se le movió un pelo con la denuncia, la anomia conductual que ha penetrado el comportamiento institucional de los
gobernantes de este siglo, hizo el resto.- Hecho
consumado y a otra cosa.-
Sin
embargo, un análisis más detenido de la situación, una interpretación más
contextualizada de la norma electoral, nos suministra dos lecturas desapasionadas de la situación.-
Una primera es la formal, en el que el texto
de la ley sin dudas prohíbe la
cadena de Cristina, agravada con la presencia de Scioli, en la realización de
un acto de gobierno que puede favorecer a uno de los contendientes de la
elección, precisamente el candidato del oficialismo.-
Un
incremento salarial a un sector importante de la población, los jubilados nacionales, podría
acarrearle votos al oficialismo, precisamente del sector pasivo, que
entusiasmado con la mejora de las jubilaciones, podrían ir contentos a depositar su voto en la urna en favor del
candidato de Cristina.-
Pero,
si nuestra interpretación de la norma va
más allá de su texto, si nos adentramos en el espíritu de la prohibición legal, vamos a concluir que
lo que la ley quiere prohibir es la “captación
del sufragio” con medidas que
“favorezcan” a los destinatarios.-
En
tal sentido, tengo para mí que Cristina no ha violado la prohibición legal,
porque el anuncio del incremento del
haber jubilatorio del 12,4 %, antes
que una medida positiva de gobierno, parece un chiste de mal gusto para los sufrientes pasivos del sistema
previsional de la Nación.-
El 53 % de los jubilados nacionales
percibe el haber mínimo, su incremento fue, conforme la decisión
presidencial, de apenas $ 478
(cuatrocientos setenta y ocho pesos) mensuales,
de $3.821 a $4.299.-
Si consideramos un mes de treinta días, hasta
el 31 de agosto el jubilado cuenta por día para vivir con $ 127,66, y a partir del 1° de setiembre, por
milagrosa intercesión presidencial, deberá
vivir con $ 143,30.-La sideral cifra de $15,64 (Quince pesos con sesenta y cuatro centavos) diarios es, en suma, el incremento para el 53% de los jubilados nacionales.-
Con
ese monto, el jubilado deberá alimentarse, vestirse, pagar sus medicamentos, la
atención médica, servicios de luz, agua, impuestos, alquiler, etc.- Para que la
buena nueva presidencial haya sido completa, el incremento de los beneficios
jubilatorios debió complementarse con un
curso gratuito de magia, aunque creo que ni los magos pueden vivir con esos
montos.-
La
canasta básica de un jubilado contiene
los bienes y servicios mínimos, imprescindibles para una persona de la tercera
edad, valuados a precios por debajo de la media de comercios y negocios, incluidos
supermercados chinos.-
Conforme
la Defensoría de la Tercera Edad, al mes
de mayo de 2015, ascendía la canasta a la suma de $7.608,45.- El gobierno,
cuatro meses después, anuncia con bombos y platillos una jubilación mínima de
$4.299, es decir $3.400 por debajo de los gastos esenciales
calculados al mes de mayo.-
El incremento no sólo es miserable,
patético, burlesco, incomprensible, sino
además violatorio de los derechos
humanos más elementales de los pasivos, a los que este gobierno ha condenado
a vivir en la pobreza más absoluta, con sueldos de hambre, mientras gran parte
de los fondos previsionales los destina a la financiación de su política
populista de subsidios y regalos.-
Entonces, ¿favorece el anuncio de Cristina a la
candidatura de Daniel Scioli? ¿Pueden
los jubilados votar el continuismo de una
política que los condenó a la miseria y a la indignidad? ¿Pueden votar los
familiares de los jubilados nacionales la humillación
a la que son sometidos sus mayores?, ¿Pueden los electores apoyar la política del “Hood Robin”, que saca
a los pobres en lugar de a los ricos? Muy difícil.-
Por eso es que
creo que el espíritu de la norma no ha
sido violentado con el anuncio de Cristina, por más que lo haya hecho con
la presencia del precandidato presidencial del oficialismo, porque en lugar de
una acción de gobierno positiva, la cadena nacional seguramente va a constituir
un “salvavidas de plomo” electoral
si nos detenemos un momento a analizar su alcance.-
Mientras tanto,
tampoco ninguno de los precandidatos
presidenciales ha sido claro y
contundente en el anuncio de su política previsional, teniendo a la clase
pasiva en un lugar secundario de sus prioridades de gobierno, salvo algún último manotazo de ahogado
de quién se le escurren las intenciones de voto como agua entre los dedos.-
Mientras anunciamos con bombos y platillos la
disminución de la deuda externa del país con organismos internacionales,
acreedores privados y portadores de bonos, la
deuda moral con nuestros mayores sigue creciendo, a través de un modelo que los
ha condenado a la pobreza ya la indignidad.-
Con el anuncio
del miserable aumento de las jubilaciones, Cristina
no violentó la prohibición electoral, este artículo comentando sus
alcances, tampoco.-
Jorge Eduardo Simonetti
http://www.ellitoral.com.ar/373723/Cristina-no-violo-la-veda-electoral
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