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jueves, 13 de agosto de 2015

JUSTICIA Y PODER EN TIEMPOS DE CÓLERA - INTRODUCCIÓN


                              
Mis primeros conceptos son de agradecimiento al gran “Gabo” (Gabriel García Márquez), por ser mi fuente de inspiración en el título de esta otra.-
                               Su novela “El amor en los tiempos del cólera”, se basa en la historia de amor de sus propios padres, que transcurre a finales del siglo XIX y comienzos del XX.-
                               Florentino Ariza espera 53 años, 7 meses y 11 días a Fermina Daza, a la que considera el amor de su vida.- El capitán del buque fluvial Nueva Fidelidad, en el viaje de regreso por el río Magdalena, “miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites. –¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? –le preguntó. Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches. Toda la vida —dijo.”
                               Ni la rudeza de esa terrible enfermedad infecto contagiosa que es el cólera, pudo menguar la vigencia de un sentimiento profundo, el amor, que supo atravesar los tiempos y abrirse paso entre las adversidades, aunque tuviera que esperar 53 años, 7 meses y 11 días, o “toda la vida” al sentir de Florentino Ariza.-
                               La justicia, al igual que el amor, representa también el costado noble de la naturaleza humana.- Es una virtud, que al decir de Kelsen, “es aquello bajo cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia”.-

                               Y así como el amor pudo esperar toda la vida, sobreponiéndose a la muerte que representa el cólera,  la justicia deberá saber atravesar los obstáculos que representa la cólera, y seguir su camino, que es largo y también acaba sólo cuando termina la vida misma.-
                               El costado femenino del término no representa  una enfermad contagiosa, como su par masculino.- Es una emoción, que se expresa a través del resentimiento, de la furia, de la irritabilidad.-
                               En los últimos doce años de gobierno en la Argentina, se ha gobernado con cólera, es decir con rabia, con ira, con enojo.- Se ha gobernado contra todos, contra todos los que no aplauden incondicionalmente, no aprueban ciegamente, no adulan persistentemente.-
                               Ese fue el sentimiento gubernamental en todo este tiempo, la visión maniquea de la sociedad, esa fractura social entre los buenos que somos “nosotros” y los malos que son los “otros”, esa lectura adversarial de la política y confrontativa de la vida.-
                               Aun cuando algunos sectores se arrellanaron en la tibieza del regazo oficial, la mayoría de los estamentos de la Justicia integró ese pedazo grande de sociedad que el catecismo oficial decretaba que había que repudiar, someter, acorralar, coléricamente.-
                               Pero como los jueces deben cumplir una función sistémica, tuvieron y tienen la obligación funcional y moral de atravesar indemnes la cólera gobernante.-
                               Esta obra intenta reflejar, de modo general, la lucha perpetua entre el poder político, que quiere invadir, y la Justicia que debe evitarlo.- Esa relación amor-odio, tal vez describa la historia de los tiempos, tan vieja como la humanidad misma, entre el filo de la espada y las pesas de la balanza.-
                               “La Justicia y el Poder en tiempos de cólera”, intenta introducir una simbología metafórica de la época, para que el juego de palabras se cuele por las rendijas ocultas de una alegoría todavía crujiente.-
                               Seguramente, el gobierno de los Kirchner no durará los 53 años, 7 meses y 11 días que el amor de Florentino Ariza, menos aún  toda la vida.- Sucumbirá,  bajo el peso de su propia cólera, el 10 de diciembre de 2015,  a los 12 años, 6 meses y 15 días.-

                                                                                              EL AUTOR


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