Nogales no es una ciudad, son dos: está
la Nogales del estado de Arizona y
la Nogales del estado de Sonora.-
Ambas son una continuidad, apenas separadas
por una alambrada, pero muy diferentes en muchos aspectos.-
En
la Nogales de Arizona, la renta media de un hogar es de unos treinta mil dólares estadounidenses al año,
los adolescentes asisten a centros
educativos, la mayoría de los adultos
tiene estudios secundarios, la población
está relativamente sana, tiene una esperanza de vida elevada de acuerdo a
criterios mundiales, poseen electricidad, teléfono, alcantarillado, sanidad
pública, una red de carreteras que los une a otras ciudades y, por último pero
no menos importante, tienen ley y tienen
orden.- Realizan sus actividades diarias sin temer por su seguridad, no tienen miedo al robo, a la expropiación
u otras cosas, que pudieran poner en riesgo sus inversiones y sus casas.-
Al
sur de la alambrada, a solamente unos
metros, la situación es bastante distinta.- Los de Nogales de Sonora tienen una renta
media por hogar de una tercera parte
respecto a sus vecinos, pocos adolescentes
asisten a las escuelas, la mayor
parte de los adultos no poseen título
secundario, están azotados por una mortalidad
infantil elevada, las condiciones sanitarias son malas, tienen un menor promedio de vida, los servicios públicos son deficientes, la
red de carreteras está en pésimo estado, la
ley y el orden brillan por su ausencia, y sus vidas, casas y negocios
permanentemente amenazados por la delincuencia.-
Y
la pregunta es: ¿cómo pueden ser tan
distintas las dos mitades de lo que es, esencialmente, una misma ciudad? ¿Cómo pueden vivir de tan distinta manera los
habitantes de uno y otro lado de la alambrada? No hay diferencias de clima, la situación geográfica es una sóla, las
enfermedades de la zona son las mismas, las personas de una y otra ciudad
tienen un mismo origen, comparten antepasados, disfrutan de la misma comida y
música e, inclusive, tiene la misma cultura.-
Y
¿cuál es la razón o la explicación a
tamañas diferencias en la vida de los habitantes? Una muy sencilla, pero determinante.- La alambrada es una frontera
entre dos países, de un lado, los de Sonora pertenecen a México, y del otro, los de Arizona, a los Estados Unidos.-
Es
el autor de esta nota, pro yanqui? No.- Simplemente que la explicación entre
dos pueblos sustancialmente idénticos, pero a los que una alambrada les ha dado
posibilidades de vida absolutamente dispares, se debe a las diferentes instituciones de ambos países,
a las instituciones políticas y a las instituciones económicas, a su disímil
evolución histórica, a su presente discordante.-
Las
instituciones económicas estadounidenses
les permiten a cualquier ciudadano común
que tenga una idea, poder registrarla,
acceder a un préstamo, formar una empresa, pueden elegir un trabajo digno, adquirir formación académica y profesional,
ganar sueldos más elevados, acceder a
la mejor tecnología, tener incentivos a cada paso.- Obviamente, la
economía se sustenta en las instituciones
políticas, que garantizan el proceso democrático, previsibilidad, legalidad,
continuidad en las reglas de juego.-
Los de Sonora, en cambio, no tienen
tanta suerte, los mexicanos tienen diferentes comportamientos, las oportunidades que brindan sus
instituciones económicas son escasas,
los incentivos a cuentagotas, derechos de propiedad inseguros, un estado
que no garantizó estabilidad de reglas, servicios públicos ineficientes,
montados en la corrupción política
que no permitió el desarrollo personal e institucional.-
Pero
la formación de las instituciones
políticas y económicas de las que depende la calidad de vida de un pueblo, no se forman de la noche a la mañana.-
La historia tiene mucho que ver.- Y todo tiene su origen en la manera en que se
formaron las sociedades mexicana y estadounidense en el período colonial.-
Los
españoles, se instalaron en América Central y Sudamérica, por ser
zonas ricas en oro y plata, formaron los
sistemas de encomienda, mita y yanaconazgo, para explotar a los indígenas,
a los que les hacían trabajar en la extracción de los minerales.- Los incas,
los aztecas, los mayas, fueron sometidos a sangre y fuego, para obligarlos al trabajo forzado en beneficio de un invasor
extractivo, cuya dedicación más conocida era el contrabando.- La misma
España se aprovechó de los criollos imponiéndoles costosas cargas impositivas.-
Los ingleses, sin embargo, ocuparon
posteriormente la parte de América
que les quedó, la del Norte, sin las
riquezas del territorio al sur.- Los
indios no se sometieron al trabajo forzado, obligando a los colonos a ser protagonistas de la creación de su propia riqueza.- Fue el capitán
John Smith quien se dio cuenta que el modelo de colonización de Cortés y
Pizarro no funcionaría en Norteamérica.- Nació así, un “leit motiv” diferente para los colonos norteamericanos: “el que no trabaja, no come”.- Tampoco
pudo la corona inglesa, imponerles fácilmente contribuciones exageradas.-
Avanzado
el tiempo, la división del territorio
también fue diferente: el reparto de grandes
extensiones de campo en la América del Sur, crearon los terratenientes, que alquilaban los campos o lo hacían trabajar
por empleados; la entrega de tierra a
los colonos estadounidenses, sin embargo, creó miles y miles de propietarios, los “farmers”, que fueron el núcleo
del progreso yanqui.-
De
allí en adelante, la industrialización y
la tecnología fueron por caminos diferentes, creando bienestar en un lado y
pobreza en el otro.- Claro está, las
instituciones políticas acompañaron los procesos en cada caso, en uno
apoyando la iniciativa privada, la estabilidad de reglas, la democracia, los
incentivos; en el otro, el reparto de favores, la explotación laboral, la
prebenda, el subsidio.-
Y
allí está la explicación del destino
de los pueblos, no su etnia, su distinta
geografía, sus recursos naturales, sino sus instituciones, tanto políticas como
económicas.- Ejemplos hay por cientos, veamos solamente las dos Coreas.- Daron Acemoglu y James A. Robinson, lo
explican muy bien en su maravillosa obra “Por
qué fracasan los Países”.-
Por
ello, no puedo menos que esbozar una sonrisa al oir de boca de una alta
autoridad, aquello que escuchamos tantas veces como justificativo de nuestro supuesto destino argentino de grandeza:
un territorio grande y rico, energía, agua, un pueblo culto.- Entretanto, los argentinos seguimos cayendo en el
concierto mundial.-
Es
que la razón de nuestro estancamiento
está en nuestras instituciones económicas y políticas, que son el
contrapeso para el progreso que pretendemos.-
Por
ello, está más que claro de qué lado de Nogales
estamos los argentinos.-
Jorge Eduardo Simonetti
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