Lo escribí el 12 de marzo de 2014.-
Con el perdón de los amigos lectores, no resisto la tentación de transcribir aquello que escribí hace quince meses en el diario El Litoral, y que hoy se ha concretado.- Scioli es el candidato del kirchnerismo a la Presidencia de la Nación.- Los gobiernos pasan y el motonauta queda.- Así como pasó Mariotto, que de vicegobernador vigilante puesto por Cristina pasó a ser estrecho militante sciolista, ¿pasará igual con Zanini?
DANIEL SCIOLI, EL CANDIDATO KIRCHNERISTA (Artículo publicado en el Diario El Litoral el 12 de marzo de 2014)
Para
que exista alguna posibilidad de continuidad kirchnerista, el kirchnerismo muy
probablemente tendrá que recurrir al político kirchnerista menos kirchnerista
entre los kirchneristas, aunque ello no sea del agrado del kirchnerismo de
paladar negro.- Nos estamos refiriendo a Daniel Scioli.-
Cuando
en 2011, en un gesto de petulancia típico de la inquilina actual del sillón de
Rivadavia, imponía a Gabriel Mariotto como compañero de fórmula para la
Provincia de Buenos Aires, para que oficiara de molesto obstáculo a la gestión
y a las pretensiones políticas del ex motonauta, lejos estaba de imaginar que éste
representaría a futuro, muertas sus pretensiones de re reelección, tal vez la
tabla salvadora que flotaría en el inmenso
mar de incertidumbres en el que navegaría luego del 10 de diciembre de 2015.-
Acostumbrado
a lidiar desde muy joven con el líquido elemento, Scioli es un avezado
navegante en todas las aguas, y tiene una aptitud innata para mantenerse a
flote.- Avanza aún con calma chicha, mantiene el timón de la nave también en
tiempos tormentosos y ningún viento de frente es capaz de alterar la serenidad
con que maneja las situaciones, aunque en el transcurso deba ir tragando más
sapos que peces.-
Luego
de una exitosa carrera deportiva y empresarial, de la mano de Carlos Menem
ingresó a la política, obteniendo una banca de diputado nacional en 1997.- A
partir de allí, su buena estrella lo siguió acompañando en la política.-
Reelecto en 2001, ocupó luego la Secretaría de Deportes de la Nación en época
duhaldista, fue luego Vicepresidente de la Nación en el mandato de Néstor
Kirchner, para recalar en la Gobernación de Buenos Aires en 2007 y reelecto en
2011.-
Cierto
es que su andar no fue casi nunca exento de acechanzas.- Arribados los
santacruceños al poder, Scioli siempre fue visto por los kirchneristas como
sapo de otro pozo.- Manso y componedor, sus formas no coincidían con el estilo
prepotente y avasallador de la nueva administración.- A poco de andar, se vio
que su pensamiento tampoco.-
Ya
en la vicepresidencia, sus primeras opiniones políticas autónomas no agradaron
a Néstor, que le impuso un primer castigo al vaciar la Secretaría de Deportes de los amigos que
habían quedado de su época de titular.- Tras cartón, se aguantó sin pestañear
la humillación pública de una Cristina senadora, que no dudó en acusarlo
públicamente de montar operativos mediáticos perjudiciales para el gobierno.-
Volvió
a poner la otra mejilla cuando “Lupín”, en un arranque propio de su estilo, le
exigió en 2010 que diera nombres identificando a “quienes le atan las manos” en
materia de política de seguridad como Gobernador de la Provincia de Buenos
Aires.- Los ataques políticos e institucionales de su vice, Gabriel Mariotto,
los recortes en las ayudas presupuestarias nacionales, los continuos desplantes
presidenciales y de otros funcionarios, no hicieran mella sin embargo en su
casi imperturbable comportamiento, a pesar de algunos tibios amagues de
rebeldía.- Es que, hacerlo demostrar enojo es muy difícil, provocar una actitud
de rompimiento de la relación política, casi imposible.-
Con
ese estilo, el múltiple campeón mundial de motonáutica fue marcando un
derrotero que no tuvo desvíos, provocando desconcierto y bronca en sus
enemigos, ante su imperturbabilidad y su discurso conciliador y monocorde.- Es
que, advirtieron, tenían adelante a un adversario dispuesto realizar los mayores sacificios, soportar las
humillaciones más dolorosas, convertir su rostro en una máscara sin emociones,
aguantar y aguantar, con tal de avanzar en el cumplimiento de sus objetivos
políticos.- Y ese modo, descoloca a cualquiera que quiera derrumbarlo con las
armas tradicionales.-
Tal
parece con vestidura de amianto, supo trasponer todos los incendios que provocó
la administración kirchnerista, y la buena imagen lo acompaña hasta hoy, el
público nunca lo abandonó.- ¿Buena estrategia, suerte, confiabilidad, discurso
componedor, o qué?
Con
el 2015 a ojos vista, el kirchnerismo se juega una partida brava, no tanto por
lo que tenga que ver con la continuidad política, sí por aquello que terminará
dilucidándose en el ámbito judicial.-
Desechada
la posibilidad de un tercer mandato, con
un gobierno en declinación, Cristina no tiene un candidato presidencial
de cuño propio con posibilidades ciertas, tampoco tiene tiempo ni margen
político para fabricarlo.- No obstante la encuesta de Perfil del último domingo,
tengo para mí que Uribarri, Capitanich y Randazzo, no califican para llegar con
posibilidades a la candidatura oficialista en 2015.-
Por
ello digo que, el kirchnerista menos kirchnerista, Daniel Scioli, es el único que puede llevar la
representación del kirchnerismo en el 2015 en condiciones de disputar palmo a
palmo la presidencia.-
De
acuerdo a las últimas mediciones, su buen concepto ante el electorado se
mantiene en buen nivel, un poquito por debajo de Massa, pero con un segundo
lugar consolidado y sin perspectivas de baja.- Este dato es fundamental a la
hora de la evaluación.-
La
segunda cuestión a considerar es que, si resulta candidato del oficialismo
ungido por Cristina, además de los votos propios del kirchnerismo, es el único
con posibilidades de captar adhesiones ajenas, y esto es muy importante
especialmente en un escenario de eventual segunda vuelta.- Con un piso de votos
todavía importante pero totalmente insuficiente para coronar, el kirchnerismo
no sumará un sufragio más si el candidato es totalmente “del palo”.-
La
elección de un presidente tiene para la gente condimentos distintos a otro tipo
de elecciones, se vota con mayor cuidado, con cabeza más fría, sabiendo que se
está jugando su propio destino.- La percepción que la gente tiene de él como
gobernante, es buena, se lo conceptúa como un buen administrador, serio,
racional y sobre todo probado en la trinchera y en difíciles circunstancias.- Este
dato es clave al momento de la verdad.-
Entre
las razones que se mantendrán “in pectore” para ungirlo candidato, el
kirchnerismo tendrá en Scioli a un presidente que, sin estar comprometido con
las desventuras judiciales del oficialismo, difícilmente vaya a mover un dedo
para promover la profundización de las investigaciones para los que abandonan
el poder.- Muy importante, para varios.-
Por
último, luego de tanto enfrentamiento, actitudes destempladas, discursos
apocalípticos, autocracia pronunciada, el “corsi et ricorsi” de la historia y
del ánimo ciudadano, marca el momento de la serenidad, de la razonabilidad, de
la palabra que reemplace al grito, de gobernar afrontando y no confrontando, y
en el rubro, Scioli califica.-
Por
todo ello, parece ser el candidato cantado del oficialismo, aún cuando cierta
falta de sintonía con Cristina lo seguirá beneficiando hasta el momento de la
unción.-
Jorge Eduardo Simonetti
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