CRISTINA: UNA VICTIMIZACIÓN AUTORREFERENCIAL.- La justicia no existe, existen los jueces.-
A
propósito de la catarata de sucesos con motivo de la investigación de actos de
corrupción durante la gestión kirchnerista, se renueva el debate acerca del
significado de este “revival” de la
estructura judicial, que permaneciera adormecida durante varios años.-
Desde
el atril político en la puerta del Juzgado, construido por los
“cristinos”, la ex presidenta se presentó ante sus partidarios, alegó persecución política y se comparó
con Irigoyen y Perón.- Una victimización
autorreferencial con previsible teatralización incluida.- No podía
esperarse otra cosa, es Cristina.-
Desde el otro lado, en el que se
inscribe gran parte de la sociedad, piensan
que tardíamente la justicia ha comenzado a actuar conforme es su
obligación.-
El debate está planteado: revanchismo o verdadera justicia.-
El
manual de instrucción cívica nos dice que la república tiene tres poderes.- El
ejecutivo es unipersonal, se expresa mediante decisiones emanadas de una
voluntad única, el presidente.- En el legislativo, si bien es un poder
colegiado, la única voluntad decisoria es la del cuerpo (mediante el mecanismo
del voto), los legisladores contribuyen a formarla pero no la tienen por sí mismos.-
El Poder Judicial, en cambio, es un
poder que tiene tantas voluntades
decisorias como jueces hayan.- Cada uno, desde el pedestal de su
competencia y ámbito territorial, tiene el poder de la jurisdicción (decir el
derecho), en cada caso concreto.-
Por
ello es que decimos que no existe la Justicia como sujeto, existen los jueces.-
Cuando nos referimos a la independencia judicial, hacemos referencia a los
jueces, porque la justicia es un valor
abstracto, que como tal puede o no
corporizarse en cada una de las
conciencias de las personas que ejercen la magistratura.- Creer en la
justicia es adherir al parámetro social de que la misma puede ser impartida por
seres humanos.- Creer en los jueces, es otra cosa.-
Por
ello, se nos ocurre calificar al
judicial como el poder de las mil caras, la de cada uno de los magistrados
que la integran y que diariamente producen decisiones que cambian la vida de
los ciudadanos, disponiendo de su libertad, de su honor, de su propiedad.-
El
debate de los últimos tiempos, que tiene que ver con la necesidad que tiene la
sociedad de ponerle límites al mando
estatal, está centrado en el funcionamiento del estamento judicial,
especialmente acerca de su independencia del poder político.-
La pregunta en la Argentina de los tres
primeros lustros del siglo, es si los jueces se animan a investigar y
enjuiciar al poder vigente, o lo hacen tan sólo con el poder que fue.-
Brasil y Argentina son dos casos
paradigmáticos.- La corrupción gubernamental en el país hermano, está a
punto de generar acciones institucionales trascendentes a raíz de la
investigación que promueven los jueces de ese país, que están metiendo el cuchillo hasta el hueso del poder gubernamental en
ejercicio.- Y las balas judiciales no pican cerca de la cúspide, dan en el
centro.-
En
nuestro país, en cambio, pareciera que la motricidad judicial tiene su revalorización
recién a partir del hecho institucional
de la pérdida del poder.-
Resulta por demás evidente que existen dos velocidades
en el trabajo de los magistrados respecto a causas que involucran al mando del
estado.- Este doble estándar de los tiempos procesales, tienen una divisoria
muy clara, un antes y un después del 10 de diciembre.-
Las causas relacionadas con la
administración fraudulenta del patrimonio público en estos últimos años, el
lavado del dinero sustraído de las arcas estatales, el enriquecimiento ilícito
de los funcionarios, están dando vuelta
por los juzgados hace tiempo.- Surgieron de investigaciones del periodismo
independiente y se iniciaron por denuncia de algunos dirigentes políticos
opositores.-
Desde
entonces, la lentitud en su tramitación fue el denominador casi común en su
evolución, hasta que, en un súbito ataque de eficiencia judicial, comienzan a acelerarse luego que los
involucrados bajaran del poder.- Obviamente, este súbito cambio en el
comportamiento judicial, entrega material de análisis acerca del verdadero
alcance de la imparcialidad.-
Si
bien para un sector, convocar a los estrados a los funcionarios de la gestión
anterior constituye un caso evidente de
persecución política a través de la justicia, para otros significa nada más
y nada menos un despertar de los jueces,
que han comenzado a cumplir con su obligación.- Con una u otra interpretación, lo único cierto
parece ser que la justicia argentina
tiene los oídos abiertos y la venda caída para poder evaluar los tiempos
políticos.-
Como
se dijo, el poder judicial es una multiplicidad
de islas decisionales, en cabeza de cada magistrado, ello no nos impide colegir su tendencia general en relación a causas
relacionadas con el poder, evaluando si su comportamiento general fue
complaciente o no con el mismo.- Y la conclusión que hacemos, es que ha sido altamente sinuoso, con más bajos
que altos.-
Si
los tiempos políticos cambian, la sociedad confía (o desconfía) en que los jueces sean siempre iguales en el
ejercicio de la magistratura.-
El lunes después de semana santa de 2005, al fiscal
Eduardo Taiano le vencía el plazo para apelar el sobreseimiento de Néstor Kirchner por acusación de
enriquecimiento ilícito entre 1995 y 2004, decretado por el juez Julián
Ercolini.- Ese mismo día, el hijo del
fiscal Taiano fue víctima de un secuestro
exprés.- Taiano no apeló y
Kirchner quedó absuelto.-
La
segunda causa abarcó el crecimiento patrimonial de los Kirchner entre 2004 y 2007, el juez
Rodolfo Canicoba Corral decidió su archivo por inexistencia de delito, el
mismo fiscal Taiano dejó transcurrir
los plazos sin apelar.-
Norberto Oyarbide decidió sobreseer a Cristina y Néstor en una tercer
causa, relacionada con el presunto
enriquecimiento ilícito entre 2007 y
2009, Taiano tampoco apeló.-
Guillermo
Marijuan, el fiscal que ahora requiere
la imputación de la ex presidenta por lavado de dinero, tiene antecedentes en tiempos pasados de acusar al poder en ejercicio.- Su
hija, recordando a Nisman, twiteó “ninguno
de nosotros nos queremos suicidar”.-
Las
causas contra los ex presidentes Menem y De la Rúa, tomaron impulso cuando
ambos egresaron del mando, aunque ellos no tuvieron la posibilidad de
transformar en un acto político lo que es una indagatoria judicial por un
delito.-
“La situación del Poder Judicial en la
Argentina no es producto de un año, ni de dos, ni de tres, es producto –en
definitiva- de una larga y la verdad que
por momentos dolorosa y mala historia que hemos tenidos los argentinos”.-
No lo dijo San Martín, tampoco Alfonsín (que no necesitó acompañamiento porque
nunca fue citado como imputado); lo dijo Cristina
el 8 de abril de 2013, la misma que hoy fue escoltada por los “cristinos” a
prestar declaración indagatoria por un delito de acción pública.-
Es dura la tarea de los jueces, la
mayoría de las veces incomprendida.- Pero cierto también es que la historia de muchos
jueces argentinos en el siglo XXI, dan
argumento para que la sociedad les desconfíe.- A la pregunta realizada por
el Latinobarómetro (oleada de 2012) sobre la confianza que se le tiene al poder
judicial, los argentinos respondieron entre “algo y mucha” un 32,9% y entre
“poca y ninguna” el 66%.-
Cara y contracara del poder de las mil
caras.-
Jorge
Eduardo Simonetti
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