UN PASO ATRÁS SON VARIOS ADELANTE.- Escribí dos
artículos.- Uno el miércoles, con motivo de la designación por decreto
presidencial de dos Jueces de la Corte.-
El otro, el viernes, cuando se conoció que, por decisión del Presidente Macri, se
postergaría la jura y posesión de los cargos.- Transcribo las partes más
importantes, que resumen mi criterio.-
Entre el decisionismo y la épica (16
de diciembre)
Ver
al kirchnerismo organizando una marcha
de protesta contra las designaciones en la Corte, es como ver al ISIS
marchando por la paz mundial y la no violencia en el mundo.- Nada creíble, poco menos que risible.-
Ahora
bien, que el Presidente Macri haya efectuado dichos nombramientos simplemente por decreto, es de un apresuramiento desconcertante.-
No
parece ser bueno que la agitada movilidad del Poder Ejecutivo por estos días,
con claras intenciones de demostrar una impronta de ejecutividad, le impida tomarse el tiempo necesario para pensar sus
movimientos en aquellos temas que parecieron ser la razón esencial del
cambio votado por la ciudadanía.-
Gobernar no es sólo administrar, por
cierto.- Todo gobierno debe tener una
“épica”, que enriquezca sus propios hechos normales de gestión pública con contenidos políticamente valiosos, para
que las personas se sientan convocadas a una aventura trascendente y quieran
formar parte de la misma.- La épica es
el mensaje abarcador.-
Ahora
bien, no hay que confundirla con la mentira.- La épica en función de gobierno,
debe construirse a partir de hechos
ciertos, comprobables, de actitudes sinceras, de ejemplos.- Los anuncios engañosos, los enemigos
imaginarios, la gesta simulada, fue el pan amargo que los argentinos tuvimos
que tragar hasta hace muy poco.-
Si hay algo que resulta claro es que éste Gobierno no puede construir cualquier épica, sino una cimentada
en hechos ciertos, con una clara e indubitable dirección republicana, por
oposición al relato autoritario que padecimos por muchos años.- Es eso lo
que la mayoría votó.-
El “decisionismo” es una manera de tomar decisiones gubernamentales.- Es una corriente
de interpretación del Estado inspirada en Carl Schmitt, quien asevera que la ley tiene ciertos márgenes de interpretación que hacen que el
gobernante encargado de aplicarla pueda, con su voluntad, influir sobre la
decisiones jurídicas a tomar, es decir, que la voluntad del hombre que gobierna prevalece por encima de la estructura
institucional de un Estado.-
Por
el momento político e institucional de la Argentina, no construye el Presidente Macri una épica democrática con medidas
“decisionistas”.- En el camino de demostrar fortaleza ejecutiva y construir
un liderazgo necesario, puede acertar el
paso o extraviar el rumbo.- La
designación de los juristas Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, condensa
de manera simbólica esa lucha que Macri libra por estos días.-
Sin
urgencia ni razones de peso, me temo que
nombrar por decreto a Jueces de la Corte, es un “decisionismo” innecesario que no contribuye a demostrar fortaleza
ni tampoco a formar una “épica” republicana.-
Cierto
es que el decreto no es antijurídico,
se inscribe en el marco de posibilidades que brinda una amplia interpretación del art. 99 inciso 19 de la Constitución
Nacional, y tiene antecedentes en la designación de camaristas federales
por el Dr. Alfonsín.- Pero nunca se dio
en integrantes del máximo tribunal del país.-
En
verdad, no encuentro razones para justificar una medida de corte “decisionista”,
con ello no se consigue siquiera mostrar a la sociedad un signo de fortaleza
ejecutiva.- Para colmo, soportar la monserga
constitucionalista de los pastorcillos mentirosos, es demasiado para
cualquier estómago auténticamente republicano.-
Sin
ánimo de disculpar al Presidente de la Nación, que es el máximo responsable de
la administración del país, el Ministro
de Justicia Dr. Germán Garavano no pudo haber desconocido una decisión que
se adopta en el ámbito de su competencia,
de previsibles desencuentros con
un Congreso con el que hay que construir pacientemente una mayoría operativa.-
Ya
no hablamos de la legalidad o la constitucionalidad de la medida, sino a la credibilidad en un proyecto democrático
que el pueblo termina de plesbicitar, a la determinación de una dinámica
contraria a la que fue repudiada hace pocos días, a la consolidación de un
gobierno que debe hacer del fondo y de las formas republicanas un culto
innegociable.-
No
obstante todo lo expuesto, no dejamos
que nuestro entendimiento se obnubile con los sucesos del presente, tampoco
que los hechos aislados nos conduzcan a determinar conclusiones definitivas.- Al rengo hay que verlo andando, es el
dicho popular, para eso debemos dejar que camine durante mayor tiempo.-
A
los hechos me remito.- Todo el espectro político argentino se entusiasmó con
las designaciones de nuevos integrantes
de la Corte que produjo Néstor Kirchner al inicio de su mandato en 2003.- Parecía que se iniciaba un nuevo tiempo
de respeto a los poderes y en especial a
la justicia.-
El tiempo marcó exactamente lo contrario,
en especial por imperio de su sucesora, Cristina
Fernández, que no sólo intentó la destrucción
jurídica de la independencia judicial, a través de las denominadas leyes de
democratización, sino que generó una inédita ofensiva sobre los integrantes que
no fallaban conforme los deseos de su gobierno.-
Conclusión: sumar problemas donde no los hay,
debe ser un principio refractario a cualquier gestión de gobierno,
especialmente cuando se tiene suficientes como producto de una herencia
macabra.-
Cuando un paso atrás son varios
adelante (18 de diciembre)
En la vieja Argentina de los infalibles “héroes de cartón pintado”, La conocida decisión presidencial de postergar la jura y toma de posesión del cargo de
Jueces de la Corte,
por parte de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, podría
considerarse un signo de debilidad.- En el país que pretendemos construir en
adelante, un signo de fortaleza.-
Sin
dudas que la postergación posibilitará reencauzar
el procedimiento y aceitar las relaciones con el Poder Legislativo.- El
mismo Massa reconoció el gesto presidencial.-
Celebro
la rectificación.- No tanto por el contenido propio del tema cuestionado, sino
fundamentalmente por el significado trascendente en la construcción de un liderazgo cívico, del que los argentinos
estamos tan necesitados.-
Persistir
en el error, hubiera significado más de lo mismo.- Reconocerlo y rectificar, es el fresco aire civilizado que la república
reclamaba a gritos.-
No
queremos gobernantes que se sientan
héroes todopoderosos, simulando
compartir lugar con los dioses del Olimpo.- Ese sentimiento es falso y megalómano, fuego fatuo que se consume al
instante.-
Lo opuesto de un liderazgo autoritario no es
uno débil, sino uno seguro y sereno, que no necesita de imposiciones ni de
demostraciones de fuerza para hacerse visible.- Al contrario, la inseguridad es padecida por el
gobernante autoritario, que precisa
reafirmar su personalidad dubitativa a través de la sobreactuación permanente de su mando.-
Macri
había anunciado en el discurso de asunción, que rectificaría sus decisiones en cada oportunidad que las reconociera
erróneas.- Esa postura, no fue simplemente el juego perverso del
héroe-antihéroe, sino la instalación de un nuevo paradigma en la argentina,
aquél que refiere a la humanización del poder.- El apresuramiento en la
designación de Rosatti y Rosenkrantz, le dio la oportunidad de demostrar que lo prometido es deuda.-
Ojalá
se inicie el nuevo tiempo de la
Argentina de seres humanos normales con responsabilidades de gobierno, y no
de pretendidos semidioses que caen bajo el peso de su propio delirio.- Ese será el tiempo de los liderazgos
democráticos.-
El
artículo que escribí el miércoles lo hice con cierto pesar, el del viernes, con
el optimismo recuperado.- Que sirva el
paso atrás, cuando se quieren dar varios adelante.-
Jorge Eduardo Simonetti
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión