TIBIEZA FRANCISCANA EN VENEZUELA
“Y
escribe al angel de la iglesia en Laodicea: Yo conozco tus obras, que ni eres
frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y
no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”
(Apocalipsis
3:14-22)
La
explicación más aceptada de esta parte del Apocalipsis, se basa en el
contexto en el cual estaba situada la ciudad de Laodicea.- La misma se
encontraba entre otras dos ciudades importantes, Colosas e Hierópolis.-
Colosas
estaba en un valle con arroyos de frías aguas, mientras de Hierópolis
brotaban manantiales de aguas termales que llegaban a Laodicea.- Cuando
el agua llegaba a Laodicea, ya estaba tibia y putrefacta, no
servía para beber o refrescarse (como la de Colosas) ni para darse un buen baño
(como la de Hierópolis).-
Las
aguas frescas revigorizan, las termales curan, las tibias no sirven para nada.-
La traducción bíblica es que la iglesia de Laodicea no servía para nada, los cristianos
laodicenses no influían para nada en la sociedad, ni daban fuerzas al
espiritualmente cansado ni sanaban al espiritualmente enfermo, eran tan tibios
como las aguas de la ciudad.-
Las aguas frescas
revigorizan, las termales curan, las tibias no sirven para nada
Este
versículo del Apocalipsis es plenamente aplicable a la intervención papal en el
conflicto venezolano.- Por esas circunstancias de la casualidad, el apodo de
Francisco es “Pancho”, un sándwich de salchicha que se sirve caliente (“hot
dog” –perro caliente- en inglés); tibio resulta poco o nada apetecible.-
Los
cristianos, desde sus albores, han
atravesado períodos históricos complejos, desde la persecución en los
albores, hasta las penurias más crueles en diversas épocas y países, incluso en
la actualidad.- Pero las estructuras eclesiásticas que los representan, si bien
tuvieron momentos de cruda lucha y persecución, también en ocasiones fueron
titulares de un ominoso poder absoluto o fueron apéndices necesarios de
ese poder.-