TERRORISMO A DOMICILIO
“De todas las cadenas
con las que nos podemos esclavizar, la que nace del miedo es la más difícil de
destruir” (“Basta”, Pilar Rahola)
El periodismo tiene sus reglas y sus tips, en la profesión se sabe cuáles son las tapas que venden.-
Se
necesitó la crudeza de un video
dónde se veía gente en La Rosadita contando obscenas cantidades de dinero o la imagen patética de bolsos y valijas
repletas de millones de dólares que se intentaban esconder en un convento religioso,
para que el trabajo de la prensa de mucho tiempo, divulgando la corrupción del
gobierno kirchnerista, prendiera de
manera contundente en el ánimo de vastos sectores de la sociedad.-
Patrick Cockburn, corresponsal en
Oriente próximo primero del Financial Times y luego de The Independent, en su
libro “ISIS, el retorno de la Yihad” (2015), nos expresa un viejo adagio
periodístico, “si sangra, manda”, refiriéndose
a las guerras que siempre ocupan las primeras
planas de los medios.- En éste caso, se refería a una situación que ha
desplazado de la atención mundial a la batalla tradicional, cual es la del terrorismo que hoy domina el universo.-
Esa
“guerra a domicilio”, en la que los
muertos no son de combatientes en los campos de batalla, sino personas
inocentes en escenarios de la vida diaria, ha puesto en vilo como en mucho
tiempo a toda la humanidad, involucrando tanto a Oriente como a Occidente.-
Estado
Islámico ejerce hoy un terrorismo feroz, indiscriminado y tecnológico
No son sólo los países europeos los que sufren los ataques, también lo reciben asiáticos y africanos, y la amenaza se
ha extendido a toda América,
incluyendo nuestra región, especialmente con motivo de los próximos Juegos
Olímpicos de Río.- Tampoco las víctimas son exclusivas del catolicismo, los
muertos se anotan en casi todas las
religiones.-