Por JORGE EDUARDO
SIMONETTI
(*) Presidente de la
Comisión de Redacción de la Convención Constituyente de 2007

Para que el
burro tire del carro, hay que ponerle una zanahoria delante.-
Como
las reformas constitucionales no forman parte de las urgencias y preocupaciones
de la gente común, terminan resultando sólo una cuestión de políticos, y para los políticos, la zanahoria es el
poder.-
Dada
nuestra pobre cultura política, los cambios constitucionales en la Argentina
(Nación y Provincias), vinieron siempre
tirados por la ambición del continuismo, el resto fue maquillaje.-
Aun así,
se lograron trascendentes mejoras en los derechos y en las
instituciones, aunque también se cometieron los peores agravios contra la
democracia, como las reelecciones indefinidas.- Un período intermedio es el
ansiolítico democrático para curar o paliar la patología continuista.-
Desde
el oficialismo nacional, se apura una reforma
para unificar el calendario electoral, con una visión más empresarial
que política, una característica exageradamente evidente en la administración
de Cambiemos.-
Sacrificar principios en nombre de pretendidos
ahorros financieros y de molestias para los votantes, no es bueno para el
sistema.- En los tres niveles del estado (nacional, provincial y municipal)
debe votarse cada dos años, es inevitable.-El costo electoral es indispensable
para el sistema democrático, la cuestión es gastar adecuadamente, y, lo
principal, no emplear los dineros
públicos para el financiamiento directo o indirecto de campañas de los partidos
en el poder.-
En
Corrientes, con ese argumento, se intenta una reforma constitucional que no
entusiasma.- A decir verdad, no hay una
razón poderosa que reclame la unificación de mandatos, tampoco una para
mantenerlos escindidos.-
Lo que debe impedirse es la unificación del
calendario electoral, votar un mismo día para Presidente y para Gobernador.-
Esto último es lo que prohíbe, atinadamente, la Constitución de la Provincia
del Chaco.-
La
coincidencia de fecha para la elección de los ejecutivos de ambos niveles
institucionales, tiene el efecto negativo de restar importancia a la elección
provincial y provocar el efecto arrastre de la boleta presidencial en su formato
sábana.-
La
única manera más o menos idónea de hacer coincidir ambas categorías ejecutivas
en una misma fecha electoral, sería la introducción de la “lista única”,
obviamente con jerarquía constitucional.- Como dijera Alberto Dalla Vía: “Nuestro federalismo seguirá siendo
raquítico si sólo es una estrategia para “despegarse” del “efecto arrastre”
presidencial…la boleta única es una opción más clara para los votantes”.-
En
el “Indice de Autoritarismo en las
Constituciones Provinciales” (escala de 0 a 1), publicado por Juan Andrés
Miño y Alfredo Rafael Busmail (“Democracia y Elecciones”, El Ateneo, 2015),
elaborado en función de siete variables, las Constituciones de Corrientes (índice 0,21) y de Mendoza (0,21)
encabezan la nómina de las cartas magnas
menos autoritarias del país, estando
en los dos últimos lugares (las más autoritarias) las de Santa Cruz (0,89) y
Formosa (0,93).-