Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta paradoja. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta paradoja. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de junio de 2016

LA PARADOJA DE ATILA

LA ARGENTINA DEL POST SAQUEO.- “La nación bárbara de los hunos, que habitaba en Tracia, llegó a ser tan grande que más de cien ciudades fueron conquistadas y Constantinopla llegó casi a estar en peligro y la mayoría de los hombres huyeron de ella (…) Y hubo tantos asesinatos y derramamientos de sangre que no se podía contar a los muertos. ¡Ay, que incluso ocuparon iglesias y monasterios y degollaron a monjes y doncellas en gran número!” (Callínico, Vida de San Hipatio).-
                               Atila (395-453) fue el último y más poderoso caudillo de los hunos, tribu que se presume procedente de Asia.- Fue conocido como “el azote de Dios” en la Europa occidental, y se lo recuerda como el paradigma de la crueldad, la destrucción y la rapiña.- En su conquista del imperio romano, sus huestes arrasaron con todo lo que encontraban a su paso.-
                                Algunos historiadores, en cambio, lo retratan como un rey grande y noble, y tres sagas escandinavas lo incluyen entre sus personajes principales.-
                     Cristina, como Atila, es calificada por una mayoría de argentinos, como cabecilla de  un grupo de saqueadores que rapiñaron la Nación.- Para sus más fervientes seguidores, en cambio, como la líder de un movimiento que rescató a los sectores más postergados, a través de la inclusión social y el reconocimiento económico por medio del subsidio estatal.-
                               Las dos caras de la moneda configuran representaciones tan opuestas que, difícilmente, puedan ser complementarias o componentes necesarios de un todo inescindible.- Antes bien, representan la paradoja de la realidad argentina, esa contradicción ineluctable de una sociedad que odia y ama con la misma fuerza; amor y odio que neutralizan el análisis calmo y prudente, de modo que, quién no quiera estar en la trinchera de uno de los bandos, recibirá el fuego cruzado de tirios y troyanos.-
                               Así fue Atila, rapiñador serial para algunos, rey grande y generoso para otros.- Otro tanto es Cristina, y no hay argumentos que puedan hacerse valer ni hechos expuestos con la contundencia de la flagrancia, que vayan a cambiar lo que cada sector tiene internalizado.-
                               Se trata de aquello que en psicología se entiende como “sesgo confirmatorio”, que es la tendencia humana a favorecer la información que confirma las propias creencias o hipótesis, sin importar lo que indiquen las pruebas o los hechos palpables.- De tal suerte que no hay modo de desatar el nudo que genera una polarización de actitudes basadas en la interpretación sesgada y la memoria selectiva.-