EL AZOTE DE LOS PUEBLOS
“A cuál es más culpar,
la que peca por la paga o la que paga por pecar”
Sor Juana Inés de la
Cruz
El nuevo escándalo de la corrupción
kirchnerista, el de los cuadernos, ha traído a escena un tema recurrente.
Independientemente de que son tan delincuentes
los funcionarios que reciben la coima como los empresarios que la pagan, ¿quién
construye el edificio de la corrupción en la obra pública? ¿A quiénes cargar la
mayor culpa?
Creo
más bien que, en este caso, no se aplica el concepto de Sor Juana Inés de la
Cruz. La prostituta tiene el eximente de su necesidad vital, no es lo mismo que
el funcionario que se llena los bolsillos con dinero ajeno y el empresario que
corrompe por lucro.
Pero,
entendámonos bien, el dinero del soborno no es del empresario corruptor, es del
erario público, es plata de todos, sale de los fondos públicos sustraído a
través de los sobreprecios.
Argentina,
Brasil y Venezuela son tres países en los que la “nueva izquierda” en función
de gobierno saqueó las arcas públicas
El
periodista argentino Andrés Oppenheimer, en artículo publicado en el Diario New
Herald, que denomina “Una receta contra la corrupción”, de fecha 6 de junio de
2015, a propósito de este tema, recuerda el viejo chiste sobre la corrupción en
América Latina.