"SOÑAR NO CUESTA NADA"
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar"
Eduardo Galeano
Alguna
vez escribí en estas páginas que no hay gobierno sin relato y no hay relato sin
utopías.-
En
la literatura, el relato puede construirse a partir de dos parámetros: realidad
o ficción.- En la política, en cambio, debe partirse de la realidad, la ficción
es engaño.-
Un
gobierno debe, necesariamente, trasmitirle a la sociedad un relato basado en
hechos reales, plantearle una epopeya detrás de objetivos importantes y
trascendentes para el conjunto, aunque parezcan inalcanzables.-
Y
ese relato debe estar constituido también por utopías, porque la esencia de la
vida humana, el motor del progreso, el alimento fundamental del espíritu, es la
esperanza de ser mejores en un mundo mejor.-
No
nos levantaríamos de la cama cada día si no alimentáramos la esperanza de mejores tiempos, porque somos
algo más carne y hueso, respirar y comer, dormir y despertar; somos fe,
voluntad y espíritu, alimentados por nuestros propios sueños.-
Las
utopías tienen función esperanzadora, por la capacidad humana de soñar; también
su costado axiológico, permiten reconocer los valores fundamentales de una
comunidad en un momento concreto; y una utilidad crítica, posibilitando
comparar un estado ideal con el real, para medir las cotas de justicia y
bienestar que aún nos restan por alcanzar.-