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domingo, 27 de noviembre de 2016

PRO...MESAS ELECTORALES, TAN SÓLO PROMESAS

UN PRESIDENTE DE MEMORIA CORTA Y SELECTIVA
Mauricio Macri dixit: “En mi gobierno, los trabajadores no van a pagar impuesto a las ganancias” (spot de campaña 2015)
                               Con un gobierno que por estos días trabaja a destajo para negociar un proyecto de ley de impuesto a las ganancias, parece haber quedado a un siglo de distancia temporal aquélla promesa de campaña presidencial lanzada personalmente por el propio Macri.-
                               Apurado por la presión opositora, el oficialismo aceleró el tranco y está proponiendo algunos ajustes al impuesto que, lejos de eliminarlo para los que ganan salarios y jubilaciones, sólo le dan unos retoques en los mínimos y en las escalas.- Nada más.-
                               Cualesquiera fueren las justificaciones, lo cierto es que Macri no ha cumplido con un compromiso explícito  y concreto de campaña, tampoco parece tener intenciones de hacerlo en el futuro.- Los trabajadores y pasivos seguirán pagando religiosamente ganancias, como el diablo manda.-
                               ¿No conocía el entonces candidato los efectos de su compromiso supresor de 2015, y recién ahora se desayuna del desfinanciamiento que ello podría causar?; ¿no pensó en otros impuestos a sectores poderosos para compensar la pérdida? ¿o fue una mentira total, una promesa electoralista que pensaba no cumplir?
                               Sin ninguna explicación plausible  a la vista, ni siquiera a modo de justificación,  es evidente que Macri le ha mentido a la sociedad, ha roto el compromiso moral –y también legal- entre el candidato y los electores, ese pacto de caballeros que antes se sellaba apenas con un apretón de manos y que ahora no sirve siquiera con un video explícito.-
El poco valor que tienen en la Argentina las promesas electorales, determinan el grado de deterioro moral del sistema político y de sus protagonistas
                               ¿Cuántos votos habrá obtenido Cambiemos con la promesa incumplida del Presidente? Por vía del realismo mágico, la cuenta podría dar una suma que posibilite que Scioli sea Presidente, aunque esto último apenas signifique una salida de humor negro para esta situación lamentable.-
                               Somos plenamente conscientes que la herencia recibida es pesada, pero también que el sistema democrático debe necesariamente sustentarse en la verdad, en la cruda realidad, aunque duela y aunque se crea que espante votos exponerla por parte de los candidatos.- De otro modo, todo es una farsa, un juego de fulleros, en el que el único perjudicado es el ciudadano de a pie.-

                               Tengo para mí que la administración de Cambiemos no quiere, no puede o no sabe hacer algo distinto, sigue gobernando con la impronta kirchnerista, con la diferencia que Cristina lo hacía con la suma del poder público y Macri es fácil presa de la dirección de los vientos.-
                               Si bien este gobierno no aprieta, no presiona, no discrimina, no persigue, su núcleo de gestión es una continuidad de lo impuesto por el cristinismo en los últimos años.-
Qué sacrificio se le puede pedir a un pueblo que ve en su más alto magistrado un desentendimiento absoluto de sus compromisos
                               Las ideologías, para ser distintas, deben tener diferencias sustanciales en su matriz socioeconómica, la izquierda de la derecha, la liberal de la socialista, la democrática de la populista.- Por más que se cambie de rótulo, si se hace lo mismo sé es lo mismo.-
                               Sin la cruz y sin el látigo, que sí tenían sus antecesores, no le ha quedado a Macri otra cosa que la bolsa para evitar que el barco escore en medio la tormenta.-
                               La puja distributiva es bestial y el gobierno no encuentra caminos para salir de la telaraña de presiones como no sea haciendo concesiones y gastando a manos llenas.- Gobernadores que piden más coparticipación, movimientos sociales que reclaman más planes, empresarios que piden rebaja de impuestos y retenciones, el combo es explosivo.-
La puja distributiva es bestial.- Sin la cruz y sin el látigo, el gobierno recurre a la billetera para enfrentarla, con el consiguiente crecimiento del gasto público
                               Para sostener su política de la concesión perpetua, en medio de una minoría legislativa y de la presión social, fue la billetera el instrumento principal de negociación.- Las consecuencias: el mantenimiento del fenomenal déficit fiscal y la persistencia inflacionaria.- La diferencia estuvo en que, en lugar de meter mano a los fondos del Anses, el crédito externo es el recurso para hacer frente a los requerimientos, aunque la maquinita de fabricar billetes parece seguir trabajando a destajo.-
                               Todo conflicto culmina con una erogación presupuestaria: los gobernadores con sus legisladores, negociando leyes; los empresarios, con sus cámaras, aumentando precios; los sectores carenciados, con los movimientos sociales y sus piquetes, negociando incrementos de ayuda social.- Y todos juntos llevando un pedazo de la torta.-
                               Sin ir más lejos, se termina de acordar con los movimientos sociales, un gasto de treinta mil millones de pesos para hacer frente a la emergencia en lo que resta del gobierno de Cambiemos.-
Cambiemos ha dejado intacta la matriz socioeconómica del kirchnerismo, gestiona con su misma impronta, cambiando el gesto adusto por la sonrisa
                               Por ello decimos del continuismo socio económico.- Este gobierno es tan keynesiano como el anterior, y deposita todas sus expectativas en que el incremento del gasto público generará empleo y consumo.- Pero, con ese esquema, la inflación sigue y  puede terminar arruinando nuestro futuro.-
                               Ahora bien, la clase media, sin representación unificada, es la que le hace el aguante al gobierno, sobre todo por el principio del mal menor.- No saca las cacerolas, se mantiene expectante, a pesar de ser masacrada por la inflación y los impuestos, sin tener ni la defensa del plan social ni el recurso de aumentar precios.- No vende nada ni pide nada, sólo trabaja.-
                               En lo que transcurre del año 2016, según mediciones del Indec, ha habido un sustancial incremento de los índices de pobreza.- Los casi un millón y medio más de pobres, son aquellos de clase media que, por los efectos inflacionarios, pasaron a integrar el dramático tercio de argentinos sumergidos.-
                               De tal modo, con la continuidad del estado benefactor, los asalariados y jubilados tendrán que seguir pagando altos impuestos para sostener la dinámica de gasto creciente.- Y allí, el impuesto a las ganancias juega un papel determinante, por su monto y su facilidad para recaudar.- La promesa electoral, bien gracias.-
El amortiguador social entre los poderosos que suben los precios y los carecientes que reciben planes, sigue siendo una clase media que se agota en su esfuerzo de trabajar y ver menguados sus salarios y jubilaciones con la inflación y los impuestos
                               En suma, con un rostro más bondadoso y un poder debilitado, Macri no ha hecho, o no ha podido hacer, casi nada distinto que el kirchnerismo en su gestión socioeconómica.- El amortiguador social entre los poderosos que suben los precios y los carecientes que reciben planes, sigue siendo una clase media que se agota en su esfuerzo de trabajar y ver menguados sus salarios y jubilaciones con impuestos casi confiscatorios.-
                               Es cierto que gran parte del pueblo argentino la pasa mal, también que el estado tiene una función asistencial y reparadora ineludible, pero mucho más lo es que la incontinencia imparable del gasto distributivo, con el consiguiente  déficit fiscal fenomenal, desemboca en una inflación mucho más dañina en los bolsillos y en las esperanzas  de la gente.-
                               Por último, queda como saldo de esta situación la comprobación inequívoca que Macri ha mentido, que no cumplirá con sus compromisos de campaña, que el matrimonio electoral queda en riesgo de disolución a raíz de la inconducta de uno de los contrayentes.-
                               ¿No merecerá el pueblo argentino una explicación plausible de boca del Presidente por su incumplimiento? Debe intentarlo, puede ser que lo comprendamos, porque lo peor que pudiera suceder es que la clase media termine por quitarle esa cuota de credibilidad que hasta ahora lo sostiene.-
                                               Jorge Eduardo Simonetti

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