“El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como
el portador de la verdad" (Umberto Eco)
El
filósofo, semiólogo y escritor italiano, en entrevista concedida poco antes de
su muerte en febrero de este año, fue tajante al referirse a las redes
sociales: “le dan derecho a la
palabra pública a legiones de idiotas, el mismo derecho que un premio Nobel.
Es la invasión de los idiotas”.-
Mal
que le hubiere pesado a Umberto Eco,
internet y las redes sociales han venido
para quedarse.- Desconocer esa realidad es vano intento de tapar el cielo
con las manos.-
A
marzo de 2016 la población mundial era de 7.400 millones.- 3.200 millones son usuarios de internet, de los cuales 2.300
millones son activos.- Sólo el año pasado se incorporaron a las redes sociales
como usuarios activos 174 millones.- Hoy hay 1 millón de nuevos usuarios por
día sólo a través de teléfonos móviles.-
El
gigante Google, alberga una cifra de 30
mil millones de páginas web y procesa mensualmente 100.000 millones de
búsquedas (40.000 por segundo).- Messenger y Whatsapp manejan 60 mil millones de mensajes diarios.-
Números
más o menos, los usuarios de las redes sociales son siderales.- Facebook cuenta con 1.700 millones, You
Tube con 1.000 millones, Instagram con 400 millones, Twitter con 320 millones,
Google + con 300 millones, Linkedin con 300 millones, entre otras.-
El
62% de inicios en redes sociales
corresponden a Facebook, que acumula
un promedio de más de 8.000 millones de
vistas de video al día.- You Tube registra
mil millones de vistas de videos al día sólo en teléfonos celulares.- En Instagram, la más popular entre los
jóvenes, se comparten 80 millones de
fotos al día.- En Twitter se envían 500
millones de tuits diariamente.-
En el tiempo
de la cibersociedad, el documento de identidad del ciudadano ha sido
reemplazado por el password del usuario
¿Decimos
con el filósofo italiano que internet ha permitido el éxito de la revolución de
los idiotas? ¿Estamos con Eco cuando critica la publicidad que ha dado la web a
la opinión de los imbéciles en el mismo nivel que los premios Nobel? ¿Comporta
la red una forma de progreso social e individual o constituye el envilecimiento
del conocimiento y la banalización de las relaciones humanas?
Los
números fríos nos indican una realidad caliente: en el mundo actual, internet y
las redes sociales por su intermedio, constituyen ya una extensión del ser humano, inciden de tal manera en su
comportamiento y personalidad, que muchas veces éstas resultan moldeadas por la
realidad virtual, que no siempre coincide con la realidad fáctica.-
Se
ha dicho, con cierta razón, que estos medios tecnológicos constituyen una prolongación
de nosotros mismos, imponemos conductas y realidades que adquieren importancia o
validez a través de la magnitud de las adhesiones recibidas, los “like” ya famosos.- Pero a su vez,
así como alimentamos la realidad virtual,
somos influenciados por ella, en
un campo difuso que no diferencia lo
atractivo de lo verdadero.-
Creo
que el debate hoy ya no hace centro en su realidad ontológica, el interrogante no
es existencial, el mundo virtual existe, está entre nosotros, forma parte de
nuestra rutina diaria, ha generado un entramado de relacionamientos,
información profusa, comunicación instantánea, convivencia “a un click”, que no tenemos duda en calificar este tiempo como “época 2.0”.-
La
vida en esta cibersociedad es
distinta a la tradicional, tanto que el ciudadano ha sido casi reemplazado por
el usuario y el número de documento de
identidad por la contraseña.- Existimos en tanto somos usuarios, y somos
reconocidos en los espacios cibernéticos por el “username” y el “password”.-
Reconocer el fenómeno tecnológico significa hacerlo
amigable para el desarrollo material y espiritual del ser humano
La
discusión pasa por su aspecto utilitario, la mejor manera de aprovechar la tecnología para mejorar la
calidad de vida del ser humano, hacerlo mejor persona, poner a su
disposición las herramientas que le posibiliten un progreso material y
espiritual.-
Tengo
para mí que internet constituye, por lejos, la creación del espacio más democrático desde la plaza
pública de los tiempos de la antigua Grecia.- Su cuerpo principal se moldea día
a día por miles de millones de individuos que no están sujetos a normas
preestablecidas, salvos las derivadas del cumplimiento de la ley y del respeto
mutuo.-
Los
gobiernos no intervienen (no deberían hacerlo) en el contralor de contenidos, tampoco existen sabios que indiquen la
calidad de los aportes o de las páginas, las opiniones no pasan por un tamiz de
orden intelectual.- Por ello, obviamente, hay de todo en ese verdadero caldero
del intercambios, opiniones e
información, cosas valiosas, otras no tanto y muchas directamente desechables.-
Internet constituye, por lejos, la creación del
espacio más democrático desde la plaza pública de los tiempos de la antigua
Grecia
El
contenido de internet, y las redes sociales en particular, son avenidas de ida
y vuelta, que precisan de una actitud
proactiva del individuo, que ya no se encuentra en una posición pasiva en
relación al medio (radio, televisión).-
De
tal modo, sus usuarios requieren una formación
mayor que la del mero televidente u oyente, para diferenciar lo real de lo
imaginario, lo fundado de lo infundado, la verdad de la mentira.-
La educación es el único medio para impedir que la
proliferación de los idiotas termine acabando con la opinión de los premios
Nobel
La
cantidad y calidad de la información es inmanejable en función de las nuevas
tecnologías y la multiplicidad de fuentes, es tanta y tan variada, con alcances casi infinitos, que debemos prepararnos
para lidiar con ella, para que no nos
cope el cerebro, que nos deje espacio para el pensamiento, la razón, los
sentimientos, las relaciones, la
capacidad de discernir.-
Es
simple y a la vez difícil: no permitir que el exceso de información nos genere
un déficit de formación.- Es la única manera que tenemos de separar la paja del trigo.-
En
el ámbito escolar se discute por
estos días la posibilidad de autorizar el uso de los “smartphones” en el aula, para contribuir al desarrollo educativo.-
A favor o en contra, la discusión ya no es actual, no puede impedirse el
ingreso de aquello que ya está dentro, que forma parte de nuestra vida diaria.-
La verdadera discusión debe darse sobre las maneras de darle utilidad académica e impedir su uso recreacional
durante el tiempo de estudio.-
No perder la capacidad de discernir, enfrentando el
exceso de información cibernética con el fortalecimiento de la formación
personal
Asimismo,
como elemento negativo, las redes sociales han generado una sensación de despersonalización e impunidad, que
muchas veces nos conducen a no cuidar nuestro vocabulario o a utilizar la
agresión como modo de imponer nuestras ideas.- Con la interlocución
virtual se han perdido o han disminuido
los frenos inhibitorios que
normalmente tenemos ante situaciones presenciales, dando paso muchas veces al
insulto y la descalificación personal.-
La
opción se encuentra clara en estos días.- Reemplazar la invasión de los idiotas
de la que nos hablaba el filósofo italiano, por la revolución de los cuerdos, de los inteligentes, de los sensatos,
de los capaces.-
Entonces,
los principales esfuerzos no deben volcarse en mejorar los contenidos de la
web, sino en mejorar nuestras propias
capacidades, fortalecer nuestra formación, con el declarado objetivo que
los idiotas queden en evidencia y no equiparen a los premios Nobel.-
Jorge Eduardo Simonetti
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