"La tolerancia en el nivel estatal exige que haya justicia e imparcialidad en la legislación, en la aplicación de la ley y en los procesos judiciales" (Principios de la tolerancia, UNESCO)
Lo
que comenzó como un bello sueño terminó en pesadilla para muchas familias, que
no recibieron sus viviendas porque los fondos públicos para su construcción, en
el programa “Sueños Compartidos”, fueron malversados en el ámbito de la
Asociación de Madres de Plaza de Mayo de Bonafini, Schocklender y compañía.-
Hebe de Bonafini, a mi juicio, es
portadora de una compleja personalidad, que no ha cesado de dejar su huella en
la arcilla todavía fresca de la historia argentina reciente.-
La
fortaleza de su carácter y el drama de los setenta, le hicieron encabezar un heroico proceso de resistencia y protesta ante los crímenes
cometidos por la última dictadura militar en nuestro país, ganando prestigio y
reconocimiento en todo el mundo.-
A
la par, sin embargo, no ha dejado de protagonizar hechos y emitir opiniones con
sesgos de autoritarismo y discriminación casi impropios de una personalidad
relacionada con la defensa de los derechos humanos.-
Hebe de Bonafini demostró
que es factible ser víctima del terrorismo de estado y, sucesivamente, victimaria de la tolerancia
El
insulto racista a los bolivianos que protestaban en la plaza, la
descalificación a un periodista por su condición de judío, el apoyo a
organizaciones violentas (como las FARC y la ETA), la incitación a tomar el
Palacio de tribunales, la instigación a utilizar palos y gases para disolver la
protesta del campo, el deseo que no hubiera vuelto ningún combatiente de
Malvinas “por fachos”, su alegría por el atentado a las Torres Gemelas, los
insultos a Juan Pablo II, entre otras tantas lindezas, la desnudan en su gen intolerante y prepotente.-
Hebe
de Bonafini ha demostrado al mundo y en especial a la sociedad argentina, que es
factible ser, doblemente, víctima del
terrorismo de estado y victimaria de
la tolerancia y de la convivencia pacífica.-
Esgrimió
su condición de legendaria luchadora por los detenidos desaparecidos, para
desarrollar una especie de patente de
corso que arremete contra todo y contra todos los que no coinciden con sus
posturas o sus pretensiones, poniéndose por encima de la ley y de las instituciones.-
Ha
contado para ello, con el arropamiento de un régimen que utilizó una historia de horror y muerte, para
montar una épica política utilitaria como táctica
distractiva, sacando la mirada pública del saqueo generalizado de las arcas estatales.-
Pasó de ser una luchadora contra los abusos
del poder en el siglo XX a beneficiaria del poder abusivo en el siglo XXI, del pañuelo de la resistencia al fratacho de la construcción con
dinero público.-
“Sueños
Compartidos” significó un quiebre en el parámetro moral de los organismos de
derechos humanos
Fue
tal la desnaturalización de una lucha que alumbró
pura y justa, y la cooptación
gubernamental de los organismos de derechos humanos, que la propia Asociación de Madres se convirtió en una constructora de viviendas sociales,
por la cual se canalizaban ingentes recursos públicos, que se fueron por la
canaleta de la corrupción.-
Se
necesitaron cinco años de iniciada la causa conocida como “Sueños compartidos”,
y ocho meses de un cambio de gobierno, para que Hebe de Bonafini sea citada
judicialmente a declaración indagatoria.-
“No creo en esta justicia, como no creí en la
justicia de la dictadura”, fue su argumento para resistir la comparecencia, y
en parte tenía razón.-
Hebe
no tiene privilegios personales que
la hagan inmune a sus obligaciones de ciudadana, más aún cuando se trata de dar
explicaciones
por la millonaria estafa que se adjudica
a la entidad que preside.- Fue
injustificable su resistencia, aunque finalmente el Juez fue a la
Asociación y ella se negó a declarar.-
Es un retroceso
ético pasar del pañuelo de la resistencia al fratacho de la construcción con
dinero público
La
entiendo, sin embargo, cuando duda de esta justicia, equiparándola a la de la
dictadura militar, tiempos en que Zaffaroni la integraba.- ¿Cómo no dudar de una justicia que esperó cinco
años y el cambio de aires políticos para imputarla en la causa?
El
juez Martínez de Giorgi tiene sobrados motivos para investigarla en el manejo irregular de millonarios fondos
públicos recibidos y administrados por la fundación que ella preside.-
Pero
el oportunismo con que se manejó
esta causa, verdaderamente otorga suficientes argumentos para descreer en la
justicia, especialmente por su injustificada lentitud en la tramitación y el
retardado llamamiento a Bonafini a rendir cuentas.-
La
pregunta vale: ¿es equiparable la actitud de un ciudadano con la de un juez en
ejercicio de sus funciones? ¿Deben exigírseles los mismos comportamientos
legales y morales? ¿el estado de derecho equipara las conductas?
No
y no.- El estado, sus representantes, tienen siempre la obligación de actuar en
el marco legal y moral.- Los ciudadanos son libres de actuar y sólo si violan
la ley deben ser juzgados y sancionados.-
El mesianismo guerrillero generó la
violencia armada; el terrorismo de
estado, la utilización del poder público para torturar y asesinar
Seguramente
gran parte de la población no coincide con la postura política e ideológica de
la anciana dirigente.- Es que la dictadura
y la guerrilla tuvieron una visión
común de exclusión del otro distinto,
una sociedad uniformada en su pensamiento.- El mesianismo guerrillero generó la
violencia armada; el terrorismo
de estado, la utilización del poder público para torturar y asesinar.-
Pero
no son sus ideas las que se investigan en la causa, es algo más mundano y menos
romántico: tiene que explicar dónde
fueron a parar los millones y millones del dinero público que recibió para
viviendas, de las cuales muchas no se construyeron.- Y para eso, no es ella la
que debe poner en tela de juicio a la justicia, es la justicia la que pone en
tela de juicio su conducta.-
Ahora
bien, aun cuando la conocemos en su intolerancia, en su indomable actitud de
rebeldía, en sus críticas ligeras y en sus actitudes de genético autoritarismo,
no deja de tener razón cuando cuestiona a la justicia y la compara con la de
los tiempos de la dictadura militar.-
El
Poder Judicial argentino no le ha
dado satisfacciones al conjunto social sobre su andar dudoso y de
velocidad variable, su anterior impasividad
morosa que impidió prevenir mayores perjuicios al erario público, su celeridad pasmosa cuando el reloj
institucional cambió de hora.-
Pero,
que quede claro, la perjudicada de la
mora judicial no es Hebe, ella es la beneficiaria de alguna manera.- La
verdadera víctima es la sociedad, que no puede ya confiar en un sistema que antes del 10 de
diciembre de 2015 calló, ocultó, retardó, miró hacia otro lado, y luego de esa fecha investigó, citó, procesó, condenó.- Todo con
honrosas excepciones.-
En
ese marco de tiempos distintos, bien podemos leer la mora como encubrimiento cómplice y la celeridad
como venganza política.- De
justicia, casi nada.-
En
una justicia de velocidad variable, se puede leer la mora como encubrimiento
cómplice y la celeridad como venganza política
Gran
parte del periodismo juzgó moralmente a Hebe por la rebeldía a la justicia, y
no está mal.- Pero el escrutinio público debe hacer centro principalmente en
los que detentan el poder del estado, antes y ahora, y que no tienen casi
manera de explicar el contraste entre su andar cansino de antes y la presteza
de ahora.-
Si de tolerancia se trata, para los ciudadanos
es una virtud, para los funcionarios públicos una exigencia de justicia e
imparcialidad.- Su ausencia convirtió
esos sueños compartidos por pocos,
en pesadillas coparticipadas por
todos.-
Jorge Eduardo Simonetti
*Los
artículos de este blog son de libre reproducción a condición de citar su fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión