"Venezuela no va a presidir, no tiene condiciones. El
gobierno venezolano no logra hacerse cargo ni de Venezuela"(José
Serra, canciller brasileño)
Finalmente,
el bloque regional ha desembocado en una crisis
política aguda, que parece ser la consecuencia casi lógica de un deterioro
sostenido del organismo subcontinental, que cumple cada vez menos con los objetivos de
su creación.-
La
disputa por la Presidencia pro témpore,
de periodicidad semestral, está poniendo de manifiesto las graves
inconsistencias de un consorcio de naciones que se fundó hace 25 años, pero que
nunca llegó a consolidarse.-
Argentina,
Brasil y Paraguay no aceptan a Maduro
como Presidente.- A Uruguay tampoco le seduce la idea.- El canciller brasileño
José Serra, no tuvo pelos en la lengua y
repudió la posibilidad.-
De
tal manera, aunque parezca no tener demasiada importancia práctica, la
Presidencia fáctica de Maduro o la acefalía técnica de la organización, ha
disparado un proceso de consecuencias políticas más que preocupantes.- Pero
nada es producto de la casualidad, antes bien lo es de la causalidad.-
La crisis
política es la consecuencia tardía de un proceso de ideologización populista
del organismo
Avanzado el siglo XXI, se hizo evidente su deterioro como vehículo de integración
económica regional, su impacto entre los países socios decreció de manera
alarmante, las
relaciones comerciales internas fueron cediendo importancia y hubo una
disminución en materia exportadora intrarregional del 16 %.-
Es
más, antes que un bloque económico que potencie la riqueza de las naciones de
membresía plena , el Mercosur hoy
por hoy se ha convertido en una pesadilla, un
vallado que obstaculiza la posibilidad de acuerdos mayores o más ventajosos
con otros países o bloques económicos en el mundo.-
No
en vano, en estas mismas páginas lo habíamos calificado peyorativamente como “Club de Presidentes”, una especie de
comunitario ejercicio de la “solidaridad cómplice”, por su dedicación casi exclusiva a la
autodefensa de los ejecutivos vigentes.-
Ello no fue casual, la común pertenencia
política de los gobiernos de las naciones comunitarias, determinaron una impronta “amiguista” que malversó la
verdadera naturaleza de la organización, prevaleciendo en sus reuniones de
cumbre la parafernalia populista por sobre los intereses y comportamientos
institucionales.- Y así le fue.-
Mientras
sus vecinos se dedicaron a unirse en corporaciones provechosas, como la Alianza del Pacífico (Perú, Chile,
Colombia y México), que en cinco años tuvo más
logros económicos que el Mercosur en veinticinco, nosotros privilegiamos la
retórica improductiva de una pretendida izquierda latinoamericana, políticamente
en extinción y económicamente fracasada.-
El
Mercosur no debe ser un vallado para acuerdos mayores o más ventajosos con
otros países o bloques económicos en el mundo
Con
la caída del Muro de Berlín, las diferencias entre izquierda y derecha
ingresaron a un camino simbólico casi sin correspondencia con su vigencia
fáctica.- Sin embargo, es atinado afirmar que Macri no está, en términos cuasi geográficos, a la izquierda de Cristina, tampoco Temer de Dilma, y ambos
no son afectos a la impronta bolivariana.-
Diluida
de tal modo esa comunidad ideológica entre
los gobiernos de los países integrantes, se descorrió el velo de la verborragia,
que hasta entonces había tapado el verdadero escenario, dejando al descubierto
una realidad de resultados insuficientes en el cumplimiento de los objetivos de
la unión.-
De
allí que, en su primer movimiento, la nueva gestión argentina sacudiera la modorra del “club de amigos”, al
reclamar en la reunión de diciembre del año pasado la pronta liberación de los presos políticos en
Venezuela.-
El
cambio en la Presidencia pro témpore,
ha venido a colocar sobre el tapete una cuestión que en su oportunidad sirvió
para sostener una estrategia ideologizada en el manejo del bloque y que hoy se
ha vuelto precisamente en contra de los entonces mentores.- Se trata de la denominada
“cláusula democrática” que determina
sanciones para los estados parte por la ruptura del orden democrático.-
En
2012, esa cláusula insólitamente fue
invocada para suspender a Paraguay
(cuya legislatura por entonces había destituido a Lugo y reemplazado por el
Vicepresidente Franco, en un procedimiento previsto por la constitución) y posibilitar
así el ingreso de Venezuela al
Mercosur, neutralizando el veto histórico de la nación guaraní contra el
régimen chavista.-
Si
el Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso
Democrático fue la excusa que sirvió para la incorporación de Venezuela al Mercosur,
es ese mismo instrumento el que hoy se intuye aplicable para impedir la Presidencia de Maduro.-
Sería
fatal el doble rasero ético de un Maduro malo para gobernar su país pero bueno
para presidir la unión subcontinental
Es
que, obviamente, no son los hermanos
venezolanos el obstáculo, es su gobierno, un régimen que incumple las pautas democráticas básicas y violenta derechos humanos elementales,
especialmente con la comprobada existencia de presos políticos.-
“Venezuela
va a ejercer plenamente lo que le corresponde por derecho”, dijo la canciller bolivariana Delcy Rodriguez, con razones
ciertamente valederas desde el costado normativo.-
Sin
embargo, existe un conjunto fáctico de tal envergadura, que obliga a un
reexamen de la cuestión, teniendo en consideración que son los países y líderes
democráticos de casi todo el mundo los que están reclamando una pronta salida democrática a la
situación del país caribeño.-
Venezuela
se encuentra fuera del sistema interamericano de justicia, por propia renuncia
del gobierno bolivariano a la Convención
Americana de Derechos Humanos (conocida como Pacto de San José de Costa
Rica), y tampoco cumple con las
decisiones de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.-
Ha sido denunciada por 30 ONG (entre ellas, Human Right Watch y Amnistía Internacional)
al Comité de Derechos Humanos de la ONU,
por incumplimiento de la obligación jurídica internacional de proteger los
derechos civiles y políticos.- El Grupo de Trabajo sobre Detención
Arbitraria, perteneciente al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, con fecha 03 de setiembre de
2015, instó al gobierno de Venezuela a la inmediata liberación de presos
arbitrariamente detenidos en violación al Pacto
de Derechos Civiles y Políticos.-
Resulta
inadmisible que quien ejerce un gobierno
cuasi militarizado y opresor, que
está dejando secuelas indelebles de
violación a las libertades cívicas y políticas de los venezolanos, pueda presidir un organismo regional como el
Mercosur.-
A menos que la labilidad diplomática termine
trasmutando las posiciones, hasta ahora Brasil y Paraguay han rechazado
firmemente la posibilidad que Maduro se
siente en el sillón presidencial, Uruguay de algún modo tampoco lo acepta
de buen grado.-
La
posición argentina es algo sinuosa en el tema.- Malcorra se
ha escudado en el argumento formal que no hay automaticidad en la trasmisión
del mando mercosurial, pero no ha habido un rechazo claro como el de sus
vecinos.-
La búsqueda de la Secretaría General de las
Naciones Unidas en la persona de nuestra canciller, ha atenuado las posiciones
rígidas sobre el tema, a pesar que fue el propio Macri el que denunció la existencia de presos políticos en Venezuela.-
Un mejor futuro se visualizaría con la
institucionalización del funcionamiento mercosurial y una impronta aperturista
Se
ha conocido una propuesta argentina para hacerle un “by pass” a Maduro, con una presidencia
colegiada por estos seis meses, discutida en Montevideo al momento de
escribir ese artículo.- Un encuentro en Río también es otra opción.-
La
realidad es que poco importa la Presidencia pro témpore del Mercosur desde el
punto de vista ejecutivo, pero tiene un significado
mayúsculo en lo político, para no sentar el grave precedente del doble rasero moral: denunciarlos como
gobernantes antidemocráticos en sus países y admitirlos sin cuestionamientos en
la representación regional.-
La
estrategia populista de ideologización de los organismos
supranacionales, ha tenido un estrepitoso fracaso, al punto que los ha
convertido en organismos en incidencia decreciente para el progreso económico e
institucional de los países integrantes.-
Macri se ha dado cuenta de ello y
apunta a relacionarse también con otros
bloques que posibilitarán mejores condiciones para el comercio
internacional, tal como la Alianza del Pacífico.-
El
Mercosur está en una encrucijada, no sólo política a raíz de la pretensión
venezolana de presidirlo.- La verdadera disyuntiva es existencial.- O deja de ser un obstáculo para los países miembros,
o muere de muerte natural.-
Ignorarlo
a Maduro en su pretensión presidencial y cerrar el acuerdo con la Unión Europea, podría ser una buena
medicina para salir de la terapia intensiva.-
Jorge Eduardo Simonetti
*Los artículos de este blog son de libre reproducción a condición de citar su fuente
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