NO QUEREMOS UNA TORTILLA DE PAPAS.- El Senado debe tratar el acuerdo de los juristas Horacio Rosatti y Carlos
Rosenkrantz, propuestos meses atrás por el Presidente Macri para integrar la Corte.- A la par, desde el mayoritario bloque kirchnerista, se intenta
aprobar sendos proyectos de aumento en el número de integrantes del máximo
tribunal.-
En
el viejo restaurant de Avenida Rivadavia
1862 de la ciudad de Buenos Aires, el veterano gastronómico le contaba al
curioso parroquiano, que lo mejor de la casa eran los productos cárnicos, y su especialidad gourmet, “Corte
a la Argentina”.- Claro que, con la
carta del menú a mano, se podía optar por sus distintas presentaciones en
función del número.-
“Cuando
se abrió, por mediados de los 1800, la
especialidad del menú original
fue la de “corte de cinco” y se
mantuvo sin variantes durante casi cien
años”, dijo el verborrágico mozo, agregando que “dado el éxito, en 1960 se ofreció el plato en una
versión aumentada de siete, aunque
duró sólo seis años, ya que en 1966,
un sobrio “maitre” con tono castrense lo volvió a cinco.- El cheff de los
noventa, que con el gorro de cocina ocultaba sus largas patillas, apostó
por la abundancia e incrementó el platillo a nueve, eso sí, con sus
propios condimentos”.-
“Los
que la hicieron buena fueron los mastercheff
del sur, que en el restaurant de sus pagos incrementaron el plato local de
tres a cinco, pero aquí nos desconcertaron porque hicieron lo contrario, bajaron de nueve a cinco”, seguía
diciendo el “garson”, con una mirada entre picaresca y cómplice, mientras la
bandeja se contoneaba en su mano izquierda.-
Cansado
y con hambre, el comensal le pidió que le trajera la variante tradicional.-
Pero el mozo, un gallego porfiado que no se rendía fácil, le respondió: “pues va
a tener que mirar la carta, porque
tenemos el plato tradicional de Corte de
Cinco, pero también ahora estamos ofreciendo las variantes de Corte de Siete y Corte de Trece”, lo que terminó por desconcertar del todo al
bombardeado cliente, que para dar por terminada la infructuosa charla optó por
pedir una tortilla de papas.-
Actualmente, el máximo tribunal de cinco
miembros, tiene sólo tres jueces.- Las propuestas de Rosatti y Rosenkrantz
para completar la integración, nacieron con una debilidad esencial, por el inexplicable intento del Presidente
Macri de designarlos en comisión por
un decreto de necesidad y urgencia, de lo que luego desistió.-
Sin
embargo, el tratamiento se ha visto trabado de algún modo, con sendos proyectos del bloque kirchnerista,
mayoritario en el Senado, para incrementar
el número de integrantes de la Corte.-
Uno, presentado por el sector más duro del cristinismo,
propone una integración de 13
miembros, divididos en cuatro salas (se atribuye a Zaffaroni la autoría
intelectual); el otro, del Senador Juan
Manuel Abal Medina, plantea una ampliación a siete miembros.-
En
un libro de mi autoría, en el capítulo “Número de cortesanos, una variable de
ajuste”, dije que “a decir verdad, no hay ser humano que, sentado en el
sillón de mando, no quiera tener jueces
adictos. Ocurre que, mientras los
gobernantes normales sujetan sus propios deseos y respetan las instituciones,
hay otros que no se limitan en el cumplimiento de sus instintos más primarios,
aún a costa de moldear las instituciones a gusto y paladar de cada quién. No es, entonces, una cuestión de números, sino
de actitud, de respeto, de autolimitación
auténtica” (JORGE EDUARDO SIMONETTI, “Justicia y Poder en tiempos de
cólera”, Ed. ConTexto, 2015, p.89).-
En
realidad, el número de los
integrantes del máximo tribunal de justicia de un país no tiene una visión uniforme en el mundo.- Según un trabajo
publicado por el sitio “Diario Judicial,
La Corte Suprema de Chile
tiene 21 integrantes, con un Tribunal Constitucional de diez. El Supremo
Tribunal Federal de Brasil tiene 11
jueces. En la República Bolivariana de Venezuela,
el Tribunal Supremo se divide en seis salas, una constitucional de 6 miembros y
las otras cinco salas con 5 cada una: es decir un total de 31 jueces.-
La
Corte Suprema de los Estados Unidos
está compuesta por 9 miembros, así como la de Canadá. Inglaterra y
los países que integran el “Common Law” cuentan con 12 “justices”.- En Europa continental, tenemos las cortes de Alemania, con 16 miembros; Francia, con 16; Italia, con 15. España tiene
un Tribunal Constitucional con 12 integrantes y un Tribunal Supremo con cinco
salas y 74 integrantes en total.-
En
Oriente, la Corte Suprema de Israel
consta de 15 miembros y la de la
República Popular de China de 16.-
Nadie debería asustarse, entonces, porque en la Argentina la Corte aumente a
siete o a trece miembros, en definitiva no
hace ello al fondo de la cuestión.- Lo que debe asustar es la utilización del número de integrantes
del alto tribunal para solucionar los
problemas políticos y judiciales de la clase dirigente.-
Si
hay algo que hizo bien Néstor Kirchner,
salvando los disensos y algunos cuestionamientos puntuales, es la elección de los integrantes de la Corte.- Es
más, en los últimos doce años, fue ese cuerpo (conducido sabiamente por Ricardo
Lorenzetti, aunque le pese a Lilita Carrió), el que supo ponerle límites al poder, sin sobreactuar ni
eludir sus responsabilidades.-
Sin
embargo, ésta movida del pasado
oficialismo, que tiene mayoría decisiva en el Senado, está siendo vista como
una maniobra para complicar al gobierno de Macri y, sobre todo, para intentar neutralizar la ofensiva judicial sobre
Cristina.-
El
primer interrogante que surge a primer análisis, es la oportunidad de los proyectos.-
El Frente para la Victoria, sobre todo en los últimos cuatro años, tuvo
una mayoría abrumadora en el Congreso y pudo haber hecho sin problema alguno la
modificación en la integración del alto tribunal, en el sentido que ahora
propone.- Le hubiera bastado a Cristina
con levantar el pulgar.- Sin embargo, no lo hizo.-
Si
súbitamente lo intenta hacer ahora, y además lo ata a la aprobación de los
pliegos de Rosatti y Rosenkrantz, evidentemente está introduciendo un elemento de negociación política para la
designación de los futuros integrantes.-
Con mayor número, podría lograrse mechar miembros propuestos por el
kirchnerismo, que a estar a los tiempos que corren, sería como encontrar el
tesoro enterrado (valga el actual significado dicotómico de la expresión).-
Fue Cristina
Senadora, en 2006, la que encabezó la reducción
de integrantes de 9 a 5, a través de la Ley 26.183.- ¿Cuál sería las
razones jurídicas e institucionales para su incremento, transcurridos
apenas diez años de su reducción por el
gobierno kirchnerista? No se advierten.-
Menos
justificación tiene la oportunidad.-
Resulta fundamental completar la actual integración de cinco, designando los
dos que faltan, pero nada explica, salvo una
negociación espuria, la urgencia de
tratar los proyectos de mayor número de cortesanos, y menos aún de atarlos a lo
primero.-
Mucho
se ha hablado de la necesidad de mejorar
la calidad republicana en la Argentina.-
No hay manera de hacerlo si no empezamos por respetar la ley y terminar con la viciosa práctica de usar
las instituciones como variable de ajuste de los intereses del poder.-
La
gran lupa ciudadana está puesta sobre el Senado.- Queremos la especialidad de
la casa, una Corte Suprema de Justicia de la Nación independiente y ecuánime.- Que el viejo camarero no nos termine dando
una tortilla de papas.-
Jorge Eduardo Simonetti
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