GUERRA O TERRORISMO
“Italia
puede permitirse perder a Aldo Moro. No, en cambio, implantar la tortura”
(General Della Chiesa)
Por
éstos días, en una entrevista periodística se escuchó al jefe de la Aduana, el
ex militar Juan José Gómez Centurión,
refiriéndose al golpe militar de 1976, decir que “Yo no creo que haya existido un plan
para hacer desaparecer personas”, agregando que “8000 personas muertas desde el punto de vista social es espantoso,
pero desde el histórico no es lo mismo 8000
verdades que 22000 mentiras”.-
Inmediatamente,
los dichos del aduanero levantaron una gran polvareda, como forma harto
demostrativa que las heridas siguen abiertas en nuestra sociedad, que estamos lejos de cerrar espiritualmente una etapa
de la historia negra de nuestro país.-
Dos
comentarios me surgen de inicio.- El primero, que la negativa a reconocer la
existencia de un plan sistemático y orgánico destinado al secuestro, tortura,
desaparición y asesinato de personas por parte del gobierno militar, es una cuestión superada en el ámbito de la
justicia argentina, quién lo ha declarado reiteradamente en sus fallos.-
La
existencia de un plan criminal de la dictadura militar, es una cuestión establecida por los sucesivos
fallos de la justicia argentina
Como
botón de muestra, con datos obtenidos del
sitio Chequeado.com, diremos que en la sentencia del juicio a las
Juntas, de diciembre de 1984, la Cámara
Federal de la Capital Federal declaró probada la existencia de un plan de
lucha que incluía el secuestro, la tortura y la muerte.- Ello fue reiterativamente
expuesto en sentencias posteriores por distintos tribunales del país.-
En
2001, el Juez Federal Gabriel Cavallo
declaró la inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto
final, sosteniendo que los hechos sufridos por las víctimas “fueron cometidos en el marco del plan
sistemático de represión llevado a cabo por el gobierno de facto (1973-1976)”.-
Esta sentencia, finalmente, fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.-