Pobreza y clientelismo.- Estoy convencido que el ser humano corriente, es producto de su medio y de su tiempo.-
Sólo las mentes brillantes, los grandes hombres y mujeres, son los que se
sustraen a la influencia decisiva de su entorno, para cambiar la dinámica
normal y volverla en sentido diverso: son ellos, con sus ideas y sus acciones,
los que cambian el entorno.- El resto, el común de los mortales, no somos
determinantes sino determinados por la
circunstancias que presenta la vida.-
Milagro Amalia Ángela Sala, es el resultado
del tiempo y del lugar en los que le tocó vivir.- Con defectos, viralizados
al máximo por la mayor parte de la prensa, y con virtudes, a veces no tan
conocidas, esta jujeña de 51 años,
con la sangre indígena que corre por
sus venas, ha sido el centro de disputas políticas en los últimos años.-
Recurriendo
sólo a la información que suministra Wikipedia, diré que a los 15 años descubrió que era adoptada y
que su madre biológica la había dejado abandonada dentro de una caja de
cartón.- Vivió entre buscavidas,
vendedores de droga, ladrones y prostitutas. Era lustrabotas.- A los 18 años fue presa.- Tras ocho
meses de cárcel, se cimentaron aún más sus sensaciones de injusticia.-
Su
rebeldía de vida no la llevaría, sin embargo, a tomar el camino del
delito.- Dijo ella: “Una vez me metieron en la cárcel injustamente ocho meses, por ser
pobre…el poder era injusto conmigo…la
justicia es justa con los que tienen plata…en la cárcel me juré que iba a
luchar para que no hubiera más injusticia”