CRISTINA SENADORA, NO RESISTE ARCHIVO
“Incorporar a un
ciudadano (al Senado) con múltiples procesos (judiciales), todos ellos con motivo del ejercicio de la función pública, agregaría
un escándalo difícil de superar y heriría de muerte las posibilidades de
reconciliar esta institución con la sociedad”
Cristina Kirchner,
Presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado Nacional, el
14 de diciembre de 2001
A Hitler no le importaron los hechos.- Inoculó a los teutones con
emociones intensas, relacionadas con locos ideales de superioridad racial,
sobre las cuales montó la más formidable maquinaria de mentiras y de muerte.-
El
pueblo alemán le creyó al cabo austríaco, no se preocupó en averiguar los
hechos, se sintió convocado por un discurso incendiario y la propaganda
oficial.- El “miente, miente, que algo quedará” del Ministro Propaganda nazi Joseph Goebbels, hizo el resto para
crear una atmósfera irreal y fantasmagórica.-
Pasaron
ochenta años y en el mundo se reeditan algunos patrones de un período en que
las comunicaciones eran casi primitivas, comparadas con esta época de internet,
tecnología y redes sociales, en el que el conocimiento humano se duplica cada doce
meses.-
Los
tiempos que transcurrimos se conocen como “era post factual”, o de la post
verdad, dónde la importancia de lo real y de la evidencias en la información
que consumimos diariamente, es cada vez menor.- No nos importan los hechos,
sino las teorías o discursos que coinciden con nuestros sentimientos, lo que en
psicología se ha dado en llamar “sesgos
confirmatorios”.-
La
base de este “realismo emocional” es que nuestras certezas no están construidas
sobre los hechos tal cual suceden, sino
sobre la percepción que cada uno tenga de ellos.- Entonces, nada mejor que
trabajar sobre las emociones de los seres humanos para disolver su capacidad de razonamiento.-
En
los tiempos que corren, la actividad que tal vez esté más impregnada de “sesgos
post factuales”, sea la actividad política, y en especial las
campañas electorales.- Donald Trump y el Brexit, fueron los campeones de ello,
no importaron los razones, los números, los hechos; la clave fueron las
emociones que generaban en el público, aún con mentiras y medias verdades.-
El
65% de las afirmaciones de Trump en la campaña electoral de 2016, fueron
comprobadas como totalmente falsas.- A la gente no le importó y ganó las
elecciones
El
sitio de verificación de datos (fact
cheking) del The Washington Post,
le otorgó a Trump la calificación
máxima en la escala de deshonestidad –cuatro Pinochos-, ya que alrededor del
65% de sus declaraciones fueron
comprobadas como totalmente falsas.- Sin embargo, así y todo ganó las
elecciones, porque la sociedad se
desinteresa de los hechos y de las verdades, tiende a creer que lo que siente
está bien.-