PRESOS POLÍTICOS EN VENEZUELA.- No por casualidad el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, faltó a la cumbre del
Mercosur del lunes pasado, realizada en Asunción (Paraguay).- No quería enfrentar la preanunciada solicitud que formularía el Presidente argentino Mauricio Macri, en
relación a los presos políticos en la nación caribeña.- Prefirió esconderse
tras la formalidad vacía de las “razones
de agenda”, y mandar a su canciller Delcy Rodríguez a poner la cara.-
Sabido
es que en las reuniones presidenciales de los organismos internacionales, se
hace más política que justicia.- Son los
organismos técnicos (en el caso de la OEA, la Comisión y la Corte Interamericana
de Derechos Humanos), los que hacen el “trabajo sucio” de
investigación y sanción, que no alcanzan para disimular el “lavamanismo” de los encuentros de
Presidentes o de las reuniones de
Cancilleres.-
Por
ello, fue toda una novedad que en la última cumbre del Mercosur, que no en vano fue denominada peyorativamente
un “Club de Presidentes” (por su
dedicación casi exclusiva a la autodefensa de los ejecutivos vigentes), el primer mandatario argentino haya roto esa especie de “solidaridad
cómplice” y planteara, sin pelos en la lengua, “la pronta liberación de los
presos políticos en Venezuela”.-
La
respuesta de la canciller venezolana,
sacando la cara por un Maduro inasistente,
a esta altura es anecdótica.- Formuló descabelladas acusaciones contra Macri, lo acusó de “injerencismo” (sic) y elogió
al régimen que representa, manifestando que “somos modelo en derechos humanos
en el mundo”.-
No
obstante la prudencia diplomática común en estos encuentros casi declarativos, la
grave situación venezolana no pudo ser pasada en alto.- En el documento final, los Jefes de Estado le reclamaron a Venezuela (único país
miembro que no lo hizo) que adhiera a la
brevedad al Protocolo Regional de Promoción y Protección de los Derechos
Humanos.- A su vez, acordaron la creación
de un grupo de seguimiento de la situación de los derechos humanos en la región.-
A
esta altura de los acontecimientos, casi nadie duda que la actitud de la
representante venezolana fue un tímido e infructuoso intento de “tapar el cielo
con las manos”, y que lo planteado por el
Presidente Macri puso en valor la problemática de los derechos humanos en la
región, en especial la situación de los detenidos por razones políticas.-