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domingo, 4 de junio de 2017

"CHE"* VOTO

95% EMOCIONES, 5% RAZONES


 “Las elecciones se ganan y se pierden dentro del cerebro del votante
(Daniel Eskibel, psicólogo uruguayo)

                               Si está en el padrón electoral de la ciudad de Corrientes, cuando lea esta nota  tal vez ya haya emitido su voto.- Únicamente se eligen autoridades municipales, y aunque hayan sólo tres fórmulas para intendente y vice, al ingresar al cuarto oscuro se habrá encontrado con algo así como treinta y siete boletas distintas, producto de una treintena de partidos y más de diez listas  “colectoras” de candidatos, difíciles de diferenciar unos de otros.-
                               Es evidente que la alquimia electoral que admite nuestro vetusto sistema, no le hace nada fácil la vida al elector, menos aun cuando uno ingresa al cuarto oscuro sin la boleta en el bolsillo.- Lo único positivo es que esta vez no se sumaron las elecciones provinciales y nacionales, lo que hubiere hecho la tarea aún mucho más complicada.-
                               Independientemente de los costos que haya generado -el ejercicio democrático tiene un gasto que el sistema debe asumir-, la campaña para autoridades municipales fue una experiencia positiva, por el simple hecho de haberse hecho de manera independiente, lo que permitió pensar en las opciones y propuestas locales sin que quedaran subsumidas y sepultadas bajo  las elecciones de presidente o de gobernador.-
                               Los correntinos tuvimos la oportunidad de pensar más detenidamente en los problemas del pago chico, el transporte urbano, las cloacas, los desagües, las calles de tierra, la pavimentación, los parques y plazas, la iluminación, la recolección de residuos, con las propuestas que cada opción electoral formulaba para la ciudad.-
La exclusividad permitió que la problemática local no quedara subsumida en el debate nacional y provincial, lo que representa un saldo positivo
                               Con todo, el sistema político electoral anticuado no nos facilitó la tarea a los electores.- Es increíble como la clase política correntina se ha desentendido de la modernización, simplificación y democratización de las normas e instrumentos para el sufragio, con la sola excepción de la boleta única electrónica, que afortunadamente pudo hacerse un pequeño espacio para su experimentación en algunas mesas.-

                               Al respecto, parece que las elecciones provinciales y nacionales no serán distintas, y que la materia seguirá pendiente por dos años más, como mínimo, hasta que los correntinos podamos ponernos a la altura de los tiempos.-
                               Se ha extendido la práctica de las listas “colectoras”, una modalidad que, a mi juicio, desvirtúa la esencia de la decisión democrática, llegando a convertir a algunas alianzas políticas en verdaderos “cajones de sastre”, en los que se acumula todo lo que sobra de la prenda principal, sin distinguir marca ni pelaje.-
El sistema anticuado de Corrientes convirtió 3 propuestas políticas en 37 boletas en el cuarto oscuro
                               Nadie puede ignorar que, hoy por hoy, el universo político correntino es lo más parecido a una jungla, pero hay que decir también que es un problema casi mundial.-
                               Estamos en la era de la “post democracia partidaria”, las agrupaciones políticas han dejado de ser los elementos sustanciales del sistema para pasar a constituirse en meros instrumentos electorales de los intereses y ambiciones circunstanciales de una persona o de una élite.- Aunque parezca un oxímoron, los partidos políticos han ido perdiendo personalidad política para convertirse en cáscaras vacías que se llenan con los intereses de la circunstancial trenza dominante.-
                               En Corrientes, como en otras partes, el espectro político es rico en variantes.- Hay partidos que nacieron partidos y continúan siendo partidos.- Hay otros que fueron partidos y hoy son partiditos.- Hay partiditos que nacieron partiditos y siguen siendo partiditos.- Hay partiditos que obtuvieron personería sólo para satisfacer las pretensiones políticas de un fulano o un mengano.- Hay partiditos “familiocráticos”, para repartir entre parientes las candidaturas salibles;  hay otros  que siempre fueron sellos de goma, que se compran y se venden para ser utilizados conyunturalmente por el mejor postor.-
Los partidos políticos se han convertido en meros recipientes electorales de las ambiciones de personas o de elites
                               Las alianzas electorales, otro tanto.- Baste con ver que se constituyen con la teoría de la suma aritmética y no con la de la coincidencia programática.- Allí van todos mezclados, izquierdas y derechas, estatistas y liberales, conservadores y progresistas, y eso se presenta como una cualidad, cuando en verdad es una real distorsión de la naturaleza del sistema, cual es la de garantizar la existencia cierta de ofertas políticas realmente diferentes.-
                               Pero el tránsito del sistema democrático hacia metodologías más utilitarias que ideológicas, tiene que ver con la propia esencia de la personalidad del votante, pensado hoy, por la moderna teoría de la comunicación política, como conejillos de india a los que hay que manipular de conformidad a la disección de sus mecanismos de comportamiento.-
                               Cuando el experto Daniel Eskibel nos dice que las elecciones “se ganan o se pierden en el cerebro del votante”, no se está refiriendo al votante como un sujeto racional exclusivo, sino a su complejidad, en la que –conforme a la psicología- la personalidad está constituida por un 5% de pensamientos racionales conscientes y un 95% de mecanismos mentales inconscientes e irracionales.-
                               De tal modo,  para decidir su voto, en la persona interactúan, en distinta proporción, su primer cerebro (inteligencia, imaginación, creatividad), con su segundo (emociones, sentimientos, impulsos) y su tercero (el más primitivo, asociado con las jerarquías, la violencia, el dominio territorial).-
El voto se decide desde las propias historias personales, emociones, filias, fobias, y un poquito de  racionalidad

                               El votante no es el dueño infalible y absoluto de su voto, existen técnicas para ganar voluntades electorales a través de instrumentos que tienen que ver con el lado no consciente del ser humano, y si nos mostramos absolutamente ignorantes de ello, agrandaremos las áreas  manipulables de nuestro cerebro en desmedro de aquéllas que tienen que ver con la voluntad racional.-
                               El transcurso del sistema y la práctica democrática, así como ha producido resultados involutivos en algunas áreas, ha sido positivo en otras.- Una de ellas es la disminución de lo que da en llamarse el “voto cautivo”, ese voto por la camiseta que no diferencia la calidad de las propuestas, la preparación de los candidatos, la trayectoria de los partidos.-
                               No obstante, ni las personas de mayor preparación intelectual han podido escapar totalmente al juego de las emociones por encima de las razones.- No existe el voto racional puro, también es el resultado de un proceso sociocultural y político, refleja el pasado el presente y el futuro del votante, forma parte de un mecanismo heurístico,  “cada quien actúa como le ha ido en la feria”.-
                               las predilecciones políticas no son producto exclusivo de procesos racionales y lógicos, sino vinculados a desarrollos inconscientes, conocidos como “sesgos confirmatorios”, que tienen una relación directa con las emociones y no con la razón.- La mente humana busca y encuentra evidencia que apoya su creencia, o reinterpreta aquello que no es congruente con el propio sesgo.-
Queda pendiente la modernización de la normativa y la clarificación de los gastos de campaña, que ningún frente electoral realizó de manera previa a los comicios
                               El “marketing político” no es nuevo por ello mismo.- En el año 53 A.C., Quintus Cicerón escribió el primer libro al respecto, intitulado “Puntuario Electoral”, con consejos y recomendaciones a su hermano Marco Tulio Cicerón, que se postulaba al Consulado Romano.-
                               Es por ello que, además del dinero (como lo dije en el artículo del domingo anterior), circulan por las venas de la democracia pocas ideas que apuntan al convencimiento racional, sino muchas artimañas destinadas a seducir emocionalmente el cerebro inconsciente del votante.-
                               Cuando Ud. produzca su voto, estarán en juego sus propias historias, sus emociones, sus filias y sus fobias, y capaz que también un poquito de su racionalidad.- Obviamente, siempre y cuando logre desentrañar esa  maraña de partidos, candidatos, alianzas y boletas que por decenas se ofrecen en el cuarto oscuro.- Le deseo suerte.-
*vocablo guaraní que significa “mi”
                                                                       Jorge Eduardo Simonetti
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