ASUME UN NUEVO
GOBERNADOR
“Sentir que es un soplo la vida, que veinte
años no es nada…”
“Volver”, tango de Gardel y Le Pera
Imagino a Ricardo Colombi conduciendo su
camioneta doble cabina hacia el acto de entrega del mando, mientras casualmente
suena en la radio el “morocho del abasto”,
cantando “Volver”.- Con actitud
nostalgiosa piensa “-¿por qué no? Si
veinte años no es nada en la vida institucional de Corrientes”, aunque
fueren muchos para que un mismo signo gobierne de manera continuada.-
Este domingo se
llevarán adelante los actos “protocolares de traspaso del gobierno.- Ricardo
Colombi entregará los símbolos del poder, bastón y banda, a su sucesor, Gustavo Valdez.- Luego, caminará unos
pocos pasos para instalarse en su banca de senador provincial.-
La pregunta es si
Valdez inaugura un período de nuevo
gobierno con viejos actores, o presidirá un viejo gobierno con actores
reciclados.-
La respuesta
podría parecer una verdad de Perogrullo.- Si el nuevo gobernador integra el
mismo partido, el radicalismo, si fue señalado por el dedo de su antecesor para
la candidatura, si no cesa en mostrarse como su alumno, va de suyo que su
administración será una continuidad del mismo proyecto político que gobierna la
provincia hace dieciséis años y que
va por otros cuatro más.-
Difícilmente,
entonces, podríamos hablar del requisito democrático de la alternancia política, concebida ésta no sólo como una exigencia
normativa de la constitución, sino como una mutación efectiva en los ámbitos
del poder, de las elites gobernantes, de sus ideas y de sus referencias
partidarias.-
Lo real y
concreto es que el electorado quiso lo que votó, una continuidad, que cumplirá
el tiempo de una prescripción adquisitiva de dominio, veinte años.- Este juego
de palabras entre instituciones del derecho privado (la propiedad inmueble) y
de derecho público (el gobierno), tiene como fundamento literario advertir que el continuismo tiene mucho que ver con la internalización de
la “noción
propietaria del poder”.-
El maestro entrega al alumno los atributos del mando.-
Nadie, excepto cada uno de si mismo, sabe lo que piensan.- El que entrega,
quizás con la secreta aspiración de volver.- El que recibe, con el propósito
internalizado de superar al maestro
Nos referimos no
sólo a la cabeza del gobierno, sino también a aquel funcionariado que integra sus estructuras, mucho de los cuales
están al mando de instituciones intervenidas,
que manejan importantes presupuestos, hace dieciséis años.- No es bueno
para el manejo de la cosa de todos, especialmente porque esa jerarquía no es
elegida por el voto.-